sábado, 19 de marzo de 2011

equipo 3º


Nociones de derecho positivo mexicano

Equipo numero:
Profesor:
 Lic. Gerardo Miranda Limones

¿Qué viabilidad jurídica tienen los alimentos transgénicos?



Valle de bravo edo. De México 19/03/2011

Introducción
El análisis del presente trabajo  se basa en la información que deben suministrar los productores de los alimentos transgénicos.
Para comprender el objetivo de este trabajo es necesario adentrarnos en el tema y para entender la utilidad de  los alimentos transgénicos cabe explicar primero un interesante concepto que es denominado biotecnología.
La biotecnología o ingeniería genética es el conjunto de técnicas que utilizan organismos vivos o partes de los organismos para fabricar o modificar productos, o para desarrollar microorganismos para usos específicos. Posee un gran potencial para obtener cantidades prácticamente ilimitadas de:
- Sustancias nunca utilizadas anteriormente,
- productos obtenidos normalmente en cantidades pequeñas,
- productos con un costo de producción menor que el de los obtenidos normalmente,
- productos con mayor seguridad que los hasta ahora disponibles y
- productos obtenidos a partir de nuevas materias primas más abundantes y baratas que las usadas anteriormente.
Básicamente, los transgénicos son alimentos modificados genéticamente, es decir, mediante ingeniería genética. Son obtenidos a partir de una técnica que utiliza células vivas, cultivo de tejidos o moléculas derivadas de un organismo como por ejemplo, los enzimas. Todo esto nos vale para obtener, modificar o mejorar un producto, o desarrollar un microorganismo para utilizarlo con un propósito específico.








Historia de los alimentos transgénicos.
Aunquepuedaparecerextraño, el hombre utiliza la biotecnología en el campo alimenticio desde hace miles de años, aunque con técnicas primitivas. Si nos ceñimos a que los alimentos transgénicos son aquellos que están mejorados de alguna manera, podemos llegar a la conclusión de que la fabricación del pan y la cerveza, que se basa en el empleo de células de levadura, es un proceso biotecnológico. Además, podemos citar como ejemplo concreto el hecho de que en la “Cueva de los Murciélagos“ de Méjico se hayan encontrado restos de mazorcas de maíz correspondientes a estratos geológicos sucesivos que muestran un aumento gradual de tamaño correlativo con la sucesión cronológica. Este hecho nos indica sin duda alguna que el hombre del Neolítico, haciendo uso de su inteligencia, aplicaba ya un proceso de selección en el maíz que él mismo cultivaba.
Pero si nos fijamos en hechos más recientes, la biotecnología tal y como la conocemos actualmente comenzó a desarrollarse a partir de los años 50, cuando James Watson y Francis Crick descubrieron la estructura de la molécula de ADN, que es donde se almacena la información genética, es decir, la herencia, en todos los seres vivos.
Partiendo de su importante descubrimiento, así como del hecho de que el ADN está formado por cuatro nucleótidos, Watson y Crick descubrieron que la molécula de ADN está formada por dos filamentos que forman una doble hélice. Sin duda, estos dos hombres fueron muy importantes para el desarrollo de lo que hoy conocemos como Biotecnología.
Las aplicaciones de la Biotecnología han hecho posibles los descubrimientos de Pasteur y las leyes de herencia genética de Mendel. El primer medicamento producido mediante ingeniería genética se comercializó en 1982, y la primera patente sobre un animal transgénico, un ratón, se registró en 1988. Está claro que, tanto hablando de alimentos transgénicos como de ingeniería genética en general, todavía nos queda mucho por ver, ya que son ciencias que evolucionan día a día.
Se dice que en los próximos años, la ciencia genómica aplicada a los alimentos perseguirá más elementos que beneficien a la salud o que redunden en la calidad nutricional. Estamos viviendo una evolución lógica, acorde con las demandas del mercado: las compañías productoras contemplan el interés por sacar productos que tengan una demanda amplia y, en el caso de los alimentos transgénicos, todo lo que sean resistencias a insectos o tolerancia a herbicidas interesa al agricultor. Además, desde el punto de vista científico, es más fácil producir una resistencia que una característica nutricional determinada, que requiere varios elementos genéticos.

Respecto a la alimentación, se han conseguido muchas cosas útiles en poco tiempo. Un ejemplo muy habitual son los tomates. Ahora mismo, un agricultor los puede plantar con innumerables características curiosas: pueden ser resistentes a numerosas plagas, con menos agua en su interior (lo cual quiere decir que se conservarán en buen estado durante más tiempo), gigantes, diminutos, especialmente sabrosos, con un aspecto asombrosamente saludable.
Tarde o temprano la Biotecnología será una práctica bastante habitual, aunque la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura perteneciente a la ONU) impone estrictos controles en todo lo relacionado con la Biotecnología, por lo que no se corre peligro al consumir alimentos genéticamente diseñados. Pero ante todo, debemos estar informados de cómo se obtienen estos alimentos, ya que en un futuro cercano serán bastante habituales en nuestros supermercados.
Los alimentos transgénicos se obtienen a partir de complicadas técnicas de ingeniería genética que, aunque parezca mentira, podemos explicar de una manera bastante básica y sencilla: imaginemos que compramos un tomate y permanece en buen estado durante 4 días aproximadamente. Sin embargo, una variedad de tomates un poco más caros puede llegar a aguantar unos 7 días. Con esta historia pretendo explicar una de las ventajas principales de los alimentos transgénicos. Además, resulta que ese tomate más caro es más sabroso que su “competidor”, y a mayores lleva incorporadas una serie de vitaminas que hacen que sea más sano. Parece extraño, pero es cierto. Hoy en día podemos encontrar dos productos a simple vista similares, pero que en realidad presentan innumerables diferencias. Para obtener estos extraños alimentos, los científicos cogen una célula del tomate convencional y extraen los alelos que rigen un determinado carácter. En su lugar incorporan otros normalmente extraídos de otro organismo que hagan funcionar al futuro tomate de forma diferente. Aunque parezca sencillo, no lo es. Lleva tiempo encontrar los alelos correspondientes a cada carácter y sustituirlos por otros adecuados. Además, existe la posibilidad de que se produzca un rechazo, pero no es habitual.
Monsanto.
Ubicado en San Luis (Missouri), Monsanto es el laboratorio de biotecnología más grande del mundo, y en el que se han invertido alrededor de 300 millones de dólares y 10 años de investigación. Es en este lugar donde los científicos aíslan un gen de la bacteria que produce un insecticida conocido como “Bt” y lo transfieren al maíz y al algodón, y logran que la planta produzca su propio insecticida. De momento esto no es una inversión muy segura, ya que por cada semilla que tiene éxito en el campo salen unas 10000 defectuosas que no valen absolutamente para nada. Monsanto es el lugar de donde podemos obtener más información sobre los alimentos transgénicos y otros temas relacionados con la ingeniería genética, ya que es una empresa que cuenta con innumerables medios.  Pero todo lo que nos proporcionen estará siempre totalmente a favor de la biotecnología y en contra de lo que ellos llaman “principios etilistas y conservadores”.
Hibridación.
Uno de los más importantes riesgos medioambientales que acarrean los cultivos manipulados es que, una vez cultivadas las semillas, aparezcan híbridos entre esas plantas transgénicas y otras salvajes, pero de la misma familia, situadas en las inmediaciones. No sería extraño que estas nuevas plantas incorporasen la propiedad artificial, como la resistencia a algunos herbicidas ha tenido éxito. Con ello, según advierten estos grupos, se está provocando el fenómeno generalizado. Mientras entre la población surgen y crecen las dudas sobre la seguridad de los alimentos resultantes de la biotecnología, los científicos insisten en señalar que hasta el momento nadie ha podido demostrar que estos alimentos sean malos para la salud y que ninguna persona ha enfermado o desarrollado problemas por consumirlos. También apoyan sus tesis señalando que todos los alimentos comercializados en Estados Unidos, Australia y Europa han pasado estrictos controles sanitarios que avalan su seguridad.
Además, las multinacionales que se dedican a la producción variedades genéticamente modificadas señalan que sus productos suponen un importante aumento de las producciones y son considerablemente más respetuosos con el medio ambiente al posibilitar una reducción del número de tratamientos con productos químicos como herbicidas e insecticidas.
La Food and DrugAdministration (FDA), la agencia encargada de regular y controlar los alimentos y los fármacos en Estados Unidos, establece unos requisitos que deben cumplir los alimentos nuevos que llegan al mercado para conseguir su aprobación.
Los nuevos genes tienen que estar bien caracterizados, no codificar ninguna sustancia peligrosa y ser fácilmente manipulables. Además, las plantas transgénicas no pueden contener niveles de sustancias tóxicas por encima de lo tolerable. De ninguna forma, los nuevos alimentos pueden ser diferentes en su composición nutritiva ni en la biodisponibilidad de los nutrientes para el organismo. La FDA también establece que si en el alimento transgénico se han insertado genes de otras plantas con conocida capacidad antigénica, los productores deben minimizar la expresión de la proteína potencialmente peligrosa.

La posibilidad de obtener alimentos transgénicos tiene tanto ventajas y a su vez, inconvenientes.
- Podremos consumir alimentos con más vitaminas, minerales y proteínas, y menores contenidos en grasas.
- Producción de ácidos grasos específicos para uso alimenticio o industrial.
- Cultivos más resistentes a los ataques de virus, hongos o insectos sin la necesidad de emplear productos químicos, lo que supone un ahorro económico y menor daño al medio ambiente.
- Cultivos resistentes a los herbicidas, de forma que se pueden mantener los rendimientos reduciendo el número y la cantidad de productos empleados y usando aquellos con características ambientales más deseables.
- Mayor tiempo de conservación de frutas y verduras.
- Aumento de la producción.
- Disminución de los costes de la agricultura.
- La biotecnología puede ayudar a preservar la biodiversidad natural.
- Cultivos tolerantes a la sequía y estrés (por ejemplo, un contenido excesivo de sal en el suelo).
- Existe riesgo de que se produzca hibridación.
- Siempre puede haber un rechazo frente al gen extraño.
- Puede que los genes no desarrollen el carácter de la forma esperada.
- Siempre van a llegar productos transgénicos sin etiquetar a los mercados.
Considero que es muy importante  prestar atención al etiquetado: las etiquetas deberían decir cómo han sido obtenidos los productos y qué características especiales incorporan frente a los convencionales. De lo contrario se estaría violando con el artículo 4 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor que dice: quienes produzcan, importen, distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios, deben suministrar a los consumidores o usuarios, en forma cierta y objetiva, información veraz, detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de los mismos.
Por otro lado, el artículo 42 de la Constitución Nacional, norma suprema, se vería vulnerado también ya que éste establece que los consumidores y usuarios de bienes y servicios, en la relación de consumo, tienen derecho a la protección de su salud, seguridad..., a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección....
En nuestro país,  no es obligatorio el etiquetado indicando si el alimento ha sido genéticamente modificado. En mi opinión, no se debería adquirir nunca productos sin ningún tipo de etiquetado. Además, debemos enterarnos de si los productos han provocado algún tipo de rechazo hacia el gen extraño.
Existen distintos puntos de vista respecto de estos especiales alimentos
La biotecnología, una esperanza para el tercer mundo.
Los alimentos genéticamente modificados son cuestionados entre los europeos bien alimentados, pero, según Bill Gates, presidente de Microsoft, son los países pobres los que más los necesitan.
Las estadísticas sobre crecimiento de la población y hambre son preocupantes. El año pasado, la población mundial llegó a los 6.000 millones. Y Naciones Unidas calcula que hacia el año 2050 probablemente rondará los 9.000 millones. Casi todo ese crecimiento se producirá en los países en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, la superficie de tierra cultivable por persona es cada vez menor. Las tierras arables no han cesado de disminuir desde 1960 y se reducirán a la mitad en los próximos 50 años, según el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotécnicas.
Naciones Unidas calcula que aproximadamente 800 millones de personas en el mundo están infraalimentadas. Los efectos son devastadores. Cerca de 400 millones de mujeres en edad de tener hijos padecen deficiencias de hierro, lo que significa que sus bebés corren el riesgo de sufrir diversos defectos congénitos. Nada menos que 100 millones de niños sufren carencia de vitamina A, una de las principales causas de ceguera. Decenas de millones de personas sufren otras importantes dolencias y deficiencias nutritivas causadas por la falta de alimentos.
En este aspecto la biotecnología es de gran ayuda. Los biotecnólogos han desarrollado un arroz genéticamente modificado reforzado con beta-carotenos -que el cuerpo convierte en vitamina A- y hierro, y trabajan en otros tipos de cultivos con sus características nutritivas mejoradas.
La biotecnología puede mejorar también la productividad agrícola en lugares donde la escasez de alimentos es consecuencia de daños en las cosechas atribuibles a las plagas, la sequía, terrenos pobres y virus, hongos y bacterias que afectan a los cultivos.
El daño que causan las plagas es increíble. El barrenador del maíz europeo, por ejemplo, destruye anualmente 40 millones de toneladas de la cosecha mundial, aproximadamente el 7% del total. La introducción de genes resistentes a las plagas en las semillas puede contribuir a restaurar el equilibrio. Y en las pruebas con algodón resistente a las plagas en África, las cosechas han aumentado considerablemente. Hasta el momento, los temores a que los cultivos transgénicos resistentes a las plagas puedan matar no sólo a los insectos perjudiciales sino también a los beneficiosos parecen carecer de fundamento.
Muchos científicos creen que la biotecnología podría aumentar la productividad de las cosechas, en general en los países en vías de desarrollo, en un 25% y contribuir a evitar la pérdida de cosechas una vez recolectadas.
Sin embargo, a pesar de todas estas promesas, la biotecnología dista mucho de ser la solución total. En los países en desarrollo la pérdida de cosechas es sólo una de las causas del hambre. El papel principal lo desempeña la pobreza. En la actualidad, más de mil millones de personas en todo el mundo disponen de menos de 200 pesetas diarias. La disponibilidad de alimentos transgénicos no reducirá el hambre si los agricultores no pueden permitirse el producirlos o si la población local no puede permitirse el comprar los alimentos que ellos producen.
Los alimentos transgénicos aumentan su valor nutritivo y los rendimientos de la producción
Los expertos afirman que los alimentos transgénicos son tan buenos para la salud como los convencionales. Vacas que dan más leche, vegetales resistentes a las plagas, patatas que inmunizan contra el cólera... "Con los alimentos transgénicos, el consumidor siempre tiene la opción de escoger, y estos productos son al menos tan seguros como lo pueden ser los alimentos convencionales." Esta opinión de Daniel Ramón, investigador del CSIC, fue la defendida por la mayoría de especialistas reunidos estos días en el IX Simposium Nacional de Laboratorios e Institutos Municipales de Salud Pública, que tratará problemas como el ruido en las grandes ciudades, las plagas urbanas de insectos o la calidad del agua que bebemos.
"Las tecnologías permiten disponer de todo un abanico de posibilidades para mejorar los alimentos." Daniel Ramón fue el experto en Biotecnología que más énfasis puso a la hora de defender las bondades de los controvertidos alimentos transgénicos y aseguró que el miedo surgido entre algunos sectores de la población se debe a la falta de información.
"La gente se cree que cuando un laboratorio crea un nuevo producto transgénico, al día siguiente puede sacarlo al mercado sin problemas", creencia que Ramón negó al asegurar que la cadena de comprobaciones científicas que tiene que pasar un alimento de estas características es "larga y muy cuidadosa para comprobar que no son nocivos", entre las que se encuentra la aprobación del Comité Científico de Alimentación Humana de la Unión Europea.
La prueba de este estricto control sanitario es que, hasta el momento, tan sólo se ha permitido comercializar en Europa una variedad de alimento transgénico, el tomate FlavrSavrTM, "aunque hay una larga lista de productos esperando recibir la autorización", desveló el catedrático de Bioquímica de la Facultad de Ciencias de las Islas Baleares, Andreu Palop.
Borlaug, a punto de cumplir 86 años, y que fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid, se ha vuelto a situar en el ojo del huracán debido a su firme defensa de las modernas semillas transgénicas, a las que en cierto modo considera herederas de su trabajo pionero. Esta actitud, que por otra parte refleja la de la comunidad científica internacional, le ha procurado virulentos ataques de grupos ecologistas como Greenpeace, que han llegado a calificarle de "tecnofanático" y a responsabilizarle de buena parte de los males que afligen a los países en desarrollo. Borlaug se limita a sonreír: sabe muy bien que toda innovación genera enormes resistencias, no siempre racionales.
Las plantas diseñadas para ser más resistentes a los herbicidas permitirán la aplicación de concentraciones más altas en los cultivos, con el resultado de que los alimentos contienen más química, y los ríos y los embalses se contaminarán más. La introducción de la hormona del crecimiento vacuno (rGBH) en las vacas lleva a animales enfermos y sufrientes y a una leche que contiene más antibióticos. Ya se están criando animales con enfermedades para experimentos y una vida de sufrimiento. Peces han sido modificados para crecer más grandes; vacas y cabras han sido modificadas para crear drogas farmacéuticas. Estos animales frecuentemente son enfermizos y tienen una vida más corta. Compañías agroalimentarias occidentales están comprando compañías de semillas en países en vías de desarrollo para poder vender semillas genéticamente modificadas, para controlar el mercado mundial de alimentos y haciendo peligrar la biodiversidad de los cultivos a través de la perdida de las semillas tradicionales.
La contaminación biológica puede ser el mayor peligro resultante de la ingeniería genética. A través de accidentes y falta de controles adecuados nuevos organismos vivos, bacterias y virus podrían escapar para reproducir, migrar y mutar. Existe la posibilidad, aun que pequeña, de pasar sus nuevas características a otros organismos que nunca se podrán recuperar o contener una vez libres en el medio ambiente. Estoesunainvitación a una alteración ecológica desastrosa.
Los alimentos transgénicos ya disponibles incluyen soja, (que se utiliza en el 60% de los alimentos procesados) tomates, levadura, productos lácteos y aceite de colza. Pero esto es solo el comienzo. En unos años, a lo mejor será casi imposible encontrar alimentos naturales. De todos los riesgos indeseados de la tecnología moderna, los de los organismos genéticamente modificados son los más peligrosos. En el peor escenario, no se podrán contener y sus efectos serán irreversibles. Los peligros de la ingeniería genética incluyen animales enfermos, organismos y enfermedades más virulentas, una biodiversidad más reducida, mayor contaminación del agua, el alimento y la tierra, y la alteración del equilibrio de la naturaleza. Con una ya mayor intervención tecnológica en la producción alimentaría, se esta haciendo más común la comida no natural.
Nadie sabrá cuantos morirán de la enfermedad de las vacas locas, que sospechan que es el resultado de alimentar el ganado con alimentos totalmente innaturales para ellos pero aprobados por los organismos gubernamentales. Pesticidas, fertilizantes, agua y aire contaminados están causando cáncer, defectos de nacimiento, una fertilidad decreciente, envenenamiento por salmonela, asma y leucemia.
Ley de bioseguridad de organismos
genéticamente modificados

No hay duda, se requiere reglamentar urgentemente el asunto de los organismos genéticamente modificados (OGM). Empero, la ley debe:
Ser veraz y conceptualmente correcta,
Incluir los conceptos actuales y en forma exacta,
Vigilar y prevenir daños a la salud humana,
Impedir la discrecionalidad y vaguedad en sus interpretaciones,
Ser sencilla y debe impedir la contaminación y el impacto ambiental de nuestros ecosistemas por organismos extraños a la naturaleza, derivados de las actividades, todavía experimentales, de producción de alimentos derivados de organismos genéticamente modificados.
Es indudable que existen problemas severos que hay que enfrentar al producir los alimentos que una población demandante y en continuo crecimiento requiere; se están realizando esfuerzos científicos y técnicos de enorme valía, aunque de resultados inciertos para la evolución futura de la vida sobre la tierra, ya que esos esfuerzos han sido incompletos, porque no se han evaluado ni previsto los impactos ambientales que los cambios producirán.
Ejemplo de lo anterior es la generación de OGM, se trata de experimentos exitosos que no están acompañados de los estudios suficientes que prevengan el impacto ambiental.
La idea acerca de que manipulando el material genético de las especies que consumimos para evitar que las plagas y las condiciones atmosféricas cambiantes perjudiquen la producción, es parcialmente correcta, si es acompañada de los suficientes estudios ambientales que prevengan el daño sobre la salud humana y ambiental.
Una ley que intente regular la producción, venta, consumo, transportación y manejo en general de los OGM, debe considerar:
La generación de enfermedades o debilidades al ser humano.
Las "probables" transferencias naturales o no, accidentales o provocadas de genes de una especie a otra.
Daños irreversibles y transmisibles ocasionados por aplicaciones incompletas de la ingeniería genética.
La competencia a la que se enfrentarían las especies existentes ante los OGM.
Los efectos de los OGM sobre los ecosistemas
Los efectos de los OGM sobre la agricultura tradicional.
Los efectos de los nuevos productos en el organismo humano.
Una vez que es liberado en el ambiente el OGM, los efectos que provoque serán irreversibles.
La iniciativa de ley contiene los elementos que deben ser regulados, pero no toman en cuenta los Acuerdos de Río, específicamente el relativo a Diversidad Biológica, ya que algunas de sus definiciones (artículo 2) son conceptualmente erróneas y no toman en cuenta las contenidas en convenios internacionales y documentos oficiales, así como leyes vigentes, por ejemplo la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA). Tal es el caso de Biotecnología, Especie y Herencia Genética, que, no importando su fuente, son inadecuadas o conceptualmente equivocadas.
Respecto de las atribuciones conferidas a las secretarías, es necesario completarlas, ya que no se confiere a ninguna verificar la inocuidad de los alimentos, así como a la biodiversidad y al ambiente.
Plantea atribuciones de difícil cumplimiento (artículo 5 fracción I) y con instrumentos inadecuados para cumplirlas (artículo 5 fracción II).
La fracción III es inconveniente, ya que no debe autorizarse la introducción de OGM al medio natural por ningún motivo. Tampoco son viables las fracciones VII y VIII, ya que no deberán autorizarse la investigación ni la producción de productos y derivados de OGM a partir de especies silvestres, hasta que se cuente con la infraestructura técnica y humana que lo permita.
En cuanto a las atribuciones de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi), éstas son muy laxas y es necesario acotar más el campo de ésta en el sector de OGM.
No es por medio de aranceles elevados como se va a controlar la introducción de OGM al mercado nacional, se debe garantizar una política de inocuidad de productos destinados a la alimentación humana y aquellos que se podrían introducir en algunos ecosistemas o regiones sin causar daños y efectos al ambiente.
Las atribuciones de la Secretaría de Salud deberían iniciar con la prevención del daño a la salud humana, por medio de la exigencia de estudios experimentales científicamente evaluados, acerca de la inocuidad de cada producto que se pretendiera introducir al mercado y la inclusión de etiquetado que le indique al consumidor que el producto está libre de transgénicos o que incluye alguno de ellos. Una ley relacionada con salud que no intente prevenir daños a la misma no es seria y, por tanto, no debe ser tomada en cuenta, más ahora que se tiene un gran conocimiento. El procedimiento que se les dé a los OGM, y sus productos debe ser similar al que actualmente se les da a los productos médicos y fármacos de los laboratorios médicos.
El artículo 8° deberá mandarse a los transitorios, toda vez que lo que éste regula se encuentra contemplado en otras legislaciones.
El artículo 10 en su fracción I, deberá evaluar los efectos que los OGM ocasionen o puedan ocasionar a otros organismos, en la salud del hombre y al ambiente. Además, la bitácora deberá registrar tanto el manejo cualitativo, como el cuantitativo.
La fracción II del citado artículo deberá indicar con claridad lo referente al establecimiento del registro de la producción total, de las ventas, de los inventarios de almacén, del transporte y la forma de hacerlo, distribución, disposición y destino final de los OGM.
El artículo 11 plantea que los productores aporten una cantidad de dinero para constituir un fondo que repare el daño futuro, esta propuesta parte de la idea del principio del derecho ambiental: "El que contamina paga". Concepto que en todos los años que lleva en operación ha provocado que la contaminación no se detenga, sino que aumente. Esto ha ocurrido así debido a que el que tiene dinero contamina libremente y esto muy seguramente ocurrirá con los productores fuertes, que tendrán la capacidad para aportar grandes cantidades de dinero e inundar el mercado y por tanto el ambiente con OGM que pudieran provocar daños irreversibles e irreparables.
Tendrá que garantizarse, de acuerdo con el artículo 12 que los productores de OGM no mermen la biodiversidad, y que no la afecten de ninguna manera.
El artículo 13 en su fracción I establece que los OGM no deberán alterar en ninguna forma a los ecosistemas, al medio ambiente ni a ninguna de las especies que lo conforman, es una propuesta que se puede considerar de buena fe y, por tal motivo, es de suma importancia considerarla, pero el punto que prevalece es cómo garantizar que lo que en esta iniciativa se pretende pueda ser efecto de regulación, ya que estos organismos se encuentran desarrollándose en campo libre, siendo evidente que la naturaleza seguirá llevando a cabo sus procesos naturales de dispersión de polen y caracteres sexuales, de propagación de propágulos y otras formas de producción de individuos nuevos de las diferentes especies, lo cual resulta un hecho trascendente para el seguimiento de una normatividad adecuada a los procesos naturales de reproducción.
Una de nuestras propuestas para poder solucionar este problema, sería el desarrollo de los OGM dentro de espacios cerrados que eviten que estos organismos tengan contacto con el medio natural y, por ende, con las especies que en él cohabitan y, con ello, garantizar que no se generará ninguna alteración en los ecosistemas, en el medio ambiente ni a ninguna de las especies que lo conforman.
En el caso de la fracción II del mismo artículo 13, para garantizar que el comercio de los OGM se constituya como comercio leal, se requiere la política de identificación de los productos, con base en el etiquetado, logrando que el consumidor tenga derecho a la información y de elección de estos productos.
Para garantizar y hacer cumplir lo establecido por la fracción IV del citado artículo, debemos esperar el transcurso del tiempo ya que para comprobar que estos organismos no provocaron ningún daño a las generaciones futuras, debemos esperar que éstas existan, por lo que resulta inviable esta fracción y limitada a costosos estudios de campo que efectivamente dictaminen que el producto que se ofrece no transmite modificación genética alguna. Una cuestión es experimentar con organismos pequeños que tengan descendencia en unas cuantas semanas, y otra, con la especie humana, con la que difícilmente se puede experimentar, y aunque se pudiera hacerlo, tres generaciones serían equivalentes a casi 100 años.
Los artículos referentes a la modificación genética permisible (14, 15 y 16) atentan contra la esencia misma del descubrimiento de la tecnología de generación de OGM, ya que su principal ventaja es la de "crear" organismos nuevos que provengan de especies tan alejadas filogenéticamente que no sea fácil y rápido para la naturaleza generar sus enemigos naturales.
Se cita la creación de un Banco Nacional de Biodiversidad (artículos 17, 18, 19 y 20). No cabe duda de las ventajas de la propuesta, pero, ¿conocerán los autores la magnitud de la propuesta? ¿Cuánto dinero y tiempo se requieren para establecer y operar el banco propuesto?
La propuesta de creación del Consejo de Control Biológico de Organismos Genéticamente Modificados, es loable, pero no es posible que un organismo de estas características pudiera controlar los organismos producidos, así como los efectos generados. Tampoco deberán depender o tener como cabeza a las secretarías de Estado, deberá tratarse siempre de órganos autónomos con decisiones propias.
En cuanto al Fondo de Aportaciones para la reparación del daño biológico-ambiental, es particularmente ridículo pretender que un daño biológico-ambiental considerado como irreparable, sea posible restaurar.
La presente Iniciativa de Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, no regula realmente la problemática que implican estos organismos, en esencia este ordenamiento basa su criterio en una forma de normar un problema sin conocerlo a fondo y con asesoría muy limitada.
Escuela preparatoria “anexa a la normal de valle de bravo”
Geografía

Equipo numero:
Profesora:
Marina Margarita Mondragon Serrano.


¿Qué daño causan los productos transgénicos en le medio ambiente?

Valle de bravo edo. De México 19/03/2011

Seguridad de Alimentos Genéticamente Modificados: La Salud del Hombre
Los alimentos GM han estado disponibles desde hace unos 10 años. Durante los pasados 6 años se han desarrollado globalmente productos alimenticios provenientes de más de 3000 millones de acres de productos vegetales GM. A nivel mundial muchos pueblos están comiendo alimentos GM sin que se hayan reportado efectos adversos evidentes para la salud del hombre en la literatura científica revisada por colaboradores y de acuerdo con las agencias reguladoras.1 No obstante, teóricamente hay posibilidad de efectos a largo plazo. Actualmente, las evaluaciones de seguridad de alimentos GM incluyen muchas clases de análisis. Por lo general se está de acuerdo con que las propiedades de los alimentos GM deben ser el centro de la evaluación de riesgo, no el proceso por el que se produjo.1
Toxicidad de los Alimentos. La estrategia general para la evaluación de alimentos GM es: (1) obtener y evaluar la información sobre las características de la modificación genética, incluyendo la función y las propiedades de los genes recién insertados; (2) evaluar las propiedades de seguridad y nutritivas de las substancias recién presentadas en los alimentos; (3) identificar y evaluar los cambios inesperados en la composición del producto modificado por la inserción de genes nuevos o supresión de genes constituyentes; (4) evaluar la influencia del procesamiento de los alimentos en las propiedades toxicológicas de los alimentos nuevos; y (5) evaluar los patrones de consumo de alimentos del producto modificado en comparación con su contraparte convencional.4
Una herramienta de evaluación de seguridad comúnmente usada es el concepto de la "equivalencia substancial". Esta es científicamente sólida y proporciona una base histórica útil para evaluar la seguridad.47,11 Las leyes en la mayoría de los países, incluyendo el Reino Unido, comprenden alguna variación de determinaciones sobre la equivalencia substancial. Este concepto fue reconocido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en Inglés) en 1993, desarrollado más a fondo por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1996, y recientemente reafirmada por ambas con referencia particular para los alimentos producidos por la biotecnología moderna.4
La equivalencia substancial comprende un análisis completo para demostrar que el producto alimenticio GM posee niveles y variaciones similares en nutrientes y tóxicos importantes como la variedad vegetal primaria y otras variedades convencionales de ese cultivo. La presencia del ADN nuevo o la proteína no descarta un alimento GM de ser considerado substancialmente equivalente a un alimento convencional en los Estados Unidos. Si un alimento o componente nuevo se considera substancialmente equivalente a un alimento o componente existente, puede ser tratado en la misma manera con respecto a sus evaluaciones de seguridad y nutrición. Cualquier diferencia definida es objeto de evaluaciones adicionales de seguridad, que pueden incluir pruebas de nutrición, toxicológicas e inmunológicas según sea apropiado. Puede ser necesario en ciertos casos emprender estudios de alimentación en animales, pero se encuentran dificultades en la práctica para evaluar la seguridad de alimentos enteros en estudios toxicológicos convencionales.
No obstante, este planteamiento seleccionado ha sido cuestionado con respecto a su capacidad para detectar y evaluar el impacto de efectos no planeados, como la adquisición de nuevos rasgos o pérdida de rasgos existentes. Conforme aumenta la complejidad de los cultivos GM, las técnicas de copiado (es decir, microensayos con ADN, técnicas de copiado de ARNm, proteonómicas, impresión digital química) pueden ser valiosas para aumentar la probabilidad de detectar efectos no planeados.4
Alergenicidad. Las alergias alimentarias afectan de 1% a 2% de la población.87 Virtualmente todos los alergenos alimentarios son proteínas. La ingeniería genética es capaz de introducir alergenos en las plantas receptoras,88 pero se cree que los riesgos generales de introducir un alérgeno en el suministro alimenticio son similares a los asociados con los métodos de reproductores convencionales. Si un alimento GM contiene el producto génico proveniente de una fuente con efectos alergénicos conocidos, se debe suponer que el producto génico es alergénico a menos que se demuestre lo contrario. No existen casos conocidos de reacciones alergénicas, ocasionados por productos en el mercado derivados de plantas GM. De notar, la ingeniería genética también ofrece la oportunidad para reducir o eliminar los alergenos proteínicos que se dan naturalmente en alimentos específicos a través del uso de, entre otros, la tecnología antidetección.1
Un análisis de "Sistema de decisiones de derivaciones múltiples" se usa para examinar las proteínas de los alimentos GM para detectar posible alergenicidad.89 La valoración normalmente se realiza evaluando la fuente del gen; la homología de las secuencias de la proteína recién introducida a alergenos conocidos; la reactividad inmunoquímica de la proteína recién introducida con los anticuerpos IgE del suero de personas con alergias conocidas para la fuente de donde se obtuvo el material genético (si aplica); y las propiedades fisicoquímicas de la proteína recién introducida (efecto de pH y/o digestión; estabilidad calórica o del procesamiento). Se carece de los modelos animales para evaluar el potencial alergénico de los alimentos y las proteínas alimenticias.
Marcadores Antibióticos de Resistencia. La transferencia horizontal génica de las plantas a la bacteria ambiental o de los productos vegetales consumidos como comida a microorganismos con intestinos o células humanas por lo general es reconocida como una posibilidad muy rara, pero que no se puede descartar por completo.
La transferencia de ADN vegetal en células microbianas o de mamífero bajo circunstancias normales de exposición alimenticia requeriría que se presentaran todos los siguientes acontecimientos:4 (1) el gen pertinente en el ADN vegetal tendría que ser liberado (suprimido), probablemente como fragmentos lineales; (2) el gen tendría que sobrevivir a las nucleasas en la planta y el tracto gastrointestinal; (3) el gen tendría que competir por la captación con el ADN alimenticio; (4) las bacterias receptoras o células de mamífero tendrían que ser aceptables para la transformación y los genes tendrían que sobrevivir sus enzimas restrictivas; y (5) los genes tendrían que ser insertados en el ADN huésped mediante extraños eventos de reparación o recombinación, y el gen insertado tendría que mantenerse estable.
Numerosos experimentos han evaluado la posibilidad de transferencia de ADN vegetal a microbios y células de mamífero. A la fecha, no hay reportes de que los genes marcadores en ADN vegetal se transfieran a estas células. Hay informes de que cuando el ADN bacteriófago y plásmico se dan a ratones en niveles muy altos después pueden ser detectados en sus células,90 pero no existen datos para demostrar que el ADN vegetal puede ser transferido a y mantenerse estable o presentarse en células de mamífero.4 Existen algunos datos experimentales para transferirlos a bacterias bajo condiciones de laboratorio,91 pero sólo si se facilita la recombinación homóloga.
La transferencia de genes de resistencia antimicrobiana (marcadores) tendría una importancia clínica y veterinaria potencial; sin embargo, no hay evidencia de que los marcadores transgénicos que están actualmente en uso representan un riesgo a la salud de los seres humanos o los animales domésticos. No obstante, la mayoría de las organizaciones han concluido que aunque el riesgo de plantas que transmiten genes de resistencia antibiótica a bacterias patogénicas es casi nulo, el uso de los marcadores que confieren la resistencia a antibióticos clínicamente relevantes debe retirarse paulatinamente conforme se tenga disponibilidad de estrategias alternativas.
Seguridad de Cultivos Genéticamente Modificados: El Medio Ambiente
Las prácticas agrícolas modernas a menudo están en desacuerdo con la preservación ambiental y particularmente pueden amenazar la biodiversidad. Por eso los riesgos potenciales para el medio ambiente de los cultivos GM se deben encuadrar en el contexto del uso actual de tecnologías convencionales.
Desde 1987, se han realizado más de 25,000 pruebas de campo de plantas GM en 45 países sin consecuencias adversas al medio ambiente. La relevancia de los datos ambientales obtenidos de pequeñas pruebas de campo para siembra a gran escala en varios millones de acres de tierra ha sido cuestionada; sin embargo, se ha calculado que en 1999, 200 millones de acres de tierra fueron plantados a nivel mundial con cultivos transgénicos sin consecuencias ambientales adversas.92 Las preocupaciones principales se relacionan con el potencial para la resistencia a las plagas, el cruzamiento con parientes débiles y reducción de biodiversidad.
Resistencia a Plagas. A la fecha no se ha reportado resistencia de los insectos a las plantas Bt, pero la evolución de estirpes de parásitos que pueden sobreponerse a los mecanismos de protección antiparasitaria de las plantas podría tener numerosos impactos potenciales en el medio ambiente y la salud. La ocurrencia de resistencia en poblaciones de insectos de campo en respuesta a extensas aplicaciones de fumigaciones de Bt es rara, pero ha sido reportada.93,94 Muchos científicos, así como miembros de grupos de presión ambiental, creen que la exposición continua de parásitos a las plantas de Bt conducirá inevitablemente a la selección de resistencia y que la introducción a gran escala de cultivos de Bt pone en peligro la durabiliad de Bt como un insecticida, tanto en cultivos como en fumigaciones.1,11
Se han propuesto varias estrategias que deben evitar o retrasar el rápido desarrollo de la resistencia a plantas Bt incluyendo el uso de múltiples genes de toxinas con diferentes modos de actuar de manera que es poco probable que ocurra la resistencia al cruzamiento; el uso de promotores específicos de tejidos o inducible; y el uso de refugios temporales (rotación) o espaciales.95-97 en un esfuerzo por demorar el desarrollo de resistencia a la toxina Bt, se ha adoptado el uso de refugios, que son áreas de plantas no transgénicas plantadas cerca de las variedades transgénicas. En teoría, los refugios vegetales de cultivos sin Btproporciona a los insectos sensibles a Bt el apareamiento para reducir la probabilidad de crías resistentes al homocigoto. Se tiene esperanza de que esta estrategia funcione ya que la resistencia normalmente es un rasgo genéticamente recesivo; sin embargo, los resultados de un estudio demostraron que para el taladrador de maíz europeo, la resistencia es un rasgo completamente dominante.98 En este estudio se ha cuestionado la importancia del medio ambiente debido a que la resistencia no fue dirigida a la misma toxina de Bt que se encontró en la planta de maíz, y tampoco se examinó la capacidad de la población "resistente" para sobrevivir en el maíz con Bt.99
Una inquietud adicional se fundamenta en el descubrimiento de que los insectos que comen cultivos con Bt se desarrollan más despacio que aquellos que no comen Bt de manera que no estarían disponibles para apareamiento.100 La coincidencia de generaciones de insectos puede mitigar esta inquietud. Una mejora de la estrategia de refugio espacial es la combinación de refugio y altas dosis, que los entomólogos consideran la más prometedora, y que forma la base para los programas de manejo de la resistencia de insectos dirigidos por la EPA para cultivos que contienen toxinas de Bt.101 La agencia no ha comentado una política general que indique cuando se requeriría el desarrollo de los planes de manejo de resistencia para cultivos transgénicos específicos con protección antiparasitaria.1 El manejo total de la resistencia de insectos es particularmente importante si un protector antiparasitario o su equivalente funcional está proporcionando control parasitario efectivo (por ejemplo, como las fumigaciones de Bt) y desarrollo de una nueva planta transgénica con protección antiparasitaria puede amenazar su utilidad.
Otros creen que no es probable el uso de variedades de cultivos que contienen pesticidas vegetales para acelerar la aparición de estirpes de insectos resistentes a pesticidas y que en realidad evitan su aparición cuando se compara con las aplicaciones de fumigaciones de pesticidas similares. El uso de fumigaciones de Bt emplea una mezcla de toxinas y su uso crea una exposición más variable a la dosis.
Finalmente, un estudio reciente ha demostrado que el concepto de un refugio funciona en el campo.102 Usando un "refugio 20% mezclado", en donde los cultivos con Bt y sin Bt se mezclaron aleatoriamente, en comparación con un "refugio 20% separado", en donde se desarrolló un bloque de cultivos sin Bt a lado de los cultivos con Bt, el estudio demostró que un refugio separado sería más efectivo para evitar que la polilla de la col se volviera resistente a Bt reduciendo el número de crías resistentes al homocigoto.102
Efectos en Organismos no Seleccionados. En el campo, los cultivos no solo dan soporte a insectos
parasitarios sino también a los artrópodos (parasitoides y depredadores) que se alimentan de estos herbívoros y tienen un papel importante en la regulación de las poblaciones de herbívoros (sistema tritrófico). Uno de los riesgos ecológicos de liberar plantas transgénicas de Bt sería los efectos imprevistos de la toxina sobre los organismos que no son parásitos del cultivo en sí, especialmente si esos organismos son depredadores y parásitos de las plagas y por lo tanto benéficos para la agricultura. Si la resistencia contra plagas inherente va a ofrecer máximo beneficio al medio ambiente, entonces no deben presentarse daños colaterales a las especies no seleccionadas, en comparación con los métodos convencionales.



Escuela preparatoria “anexa a la normal de valle de bravo”

Biología
Equipo numero:
Profesor:
Marcos Valencia Muños.

¿Daños de los productos transgénicos en el ser humano?


Valle de bravo edo. De México 19/03/2011

Alimentos transgénicos
Un organismo transgénicos es aquél que ha sufrido la alteración de su material hereditario (genoma) por la
introducción artificial (manipulación genética) de un gene exógeno, esto es, proveniente de otro organismo
completamente diferente. Los organismos transgénicos muestran que aparentemente no existen barreras para
mezclar los genes (DNA) de dos especies diferentes. A mediados de los años sesenta se comenzaron a inventar
bioherramientas moleculares con las cuales se podía componer y descomponer al DNA, lo que permitió
intercambiar fragmentos específicos de la materia hereditaria de distintas especies e incluso transferirlos a
microorganismos como las bacterias. Después se descubrió que esta práctica la venía haciendo la naturaleza
desde hace millones de años con los vegetales a través de la bacteria llamada Agrobacterium tumefaciens.
En la mitad de los años setenta, los bioingenieros ya tenían la posibilidad de construir microorganismos con
características predefinidas, hoy en día, las bacterias producen numerosas proteínas humanas que éstas nunca
hubieran generado de manera natural, como ejemplo de proteínas producidas por ingeniería genética podríamos
citar el interferón, la insulina y la hormona del crecimiento, de gran importancia en la medicina.
En el futuro distintos microorganismos, manipulados genéticamente, pueden resultar de gran utilidad en la
producción de alimentos, en la eliminación de basuras, en la obtención de materias primas para la industria, y
también para descontaminar lo que las industrias han contaminado. La técnica para producir organismos
superiores, transgénicos, se introdujo a principios de los años ochenta, inicialmente usando ratones ya que son un
excelente modelo animal para estudiar enfermedades humanas.
Luego de habernos informado acerca de los alimentos genéticamente manipulados (OGM´s), también llamados transgénicos hemos advertido que hay opiniones encontradas sobre la seguridad de éstos. Hay quienes aseguran que no se corren riesgos al ingerirlos. Asimismo destacan la posibilidad de que nos encontremos frente a la solución para el hambre del mundo. Para otros , el consumo trae aparejado el riesgo de contraer alergias o de adquirir resistencias a antibióticos.
¿Que son los alimentos transgénicos?
La palabra “transgénico” proviene de “trans” (mover de un lugar a otro) y genico (referido a los genes). En resumidas palabras, es todo aquel organismo que tiene incorporado un gen extraño. A la técnica empleada se la conoce con varios nombres: Ingeniería genética , modificación genética o manipulación genética.
Se alteran genéticamente los vegetales y los animales para mejorar su producción. Intentando cambiar
·         Algodón.
Algodón transgénico y muestras y cultivos experiemntales de algodón. Existen tres tipos de orugas que afectan al algodón, entre ellas la más conocida es gusado rosado. Monsanto dispone de un tipo de algodón transgénico resistente a las orugas de las capsulas del algodón que atacan este cultivo de forma pertinaz.
·         Maíz.
Las mazorcas afectadas por el taladro son un caldo de cultivo excepcional para el desarrollo de los hongos tipo fusarium que provocan micotoxinas, productos cancerigenos de alta toxicidad que han afectado a granjas enteras. El maíz con las mazorcas protegidas genéticamente casi elimina este riesgo.
·         Insectos.
Una de las ventajas de este metodo es que se conoce que las proteinas Bt son especificas contra determinadas larvas de lepidopteros, pero son inocuas para otros insectos, entre ellos los auxiliares o beneficos que se alimentan de estas plagas, como la mariquita o la crysopa.
La investigación transgénica aplicada a cultivos y plantas está trabajando en 6 direcciones concretas que resumen el por qué y para qué de esta tecnología que pretende superar problemas clasicos planteados mediante la introducción de genes correctores.
  Resistencia a factores adversos del suelo y del clima. De esta manera se pretende obtener plantas transgénicas que autogeneren defensas contra la acidificación del suelo, por ejemplo, que afecta al 40 por ciento de las tierras cultivadas. Lo mismo se puede referir en relación a cultivos con capacidad para soportar temperaturas extremas de uno y otro signo.
  Resistencia a enfermedades y plagas. En China se cultivan plantas de tabaco transgénicas resistentes a determinados virus que las afectaban crónicamente. También se siembra maíz transgénico resistente al taladro. En esta linea se ha descubierto una bacteria que acumula la proteina Bt que se trasforma en enzima tóxica y actúa en el intestino de determinados insectos, provocando su muerte.
  Tolerancia a herbicidas. Sistema aplicado a soja y colza transgénicas, comercializadas ya en el mercado, resistentes a los productos Basta y Roundup. En el primer caso se introducen genes que degradan e inactivan al herbicida; en el segundo, se utilizan otros para codificar una versión insensible de la proteina de la planta que es el blanco del herbicida.
  Mejora en la calidad o configuración de una planta. Con vistas al proceso tecnológico a la que se somete en este último caso conformando mediente manipulación genética el tamaño y disposición de las plantas según la maquinaria operativa. Sobre la calificación de mejora de calidad se destaca el logro de poder retrasar la maduración de los frutos, introduciendo un gen anti-sentido para bloquear las sintesis del etileno, la hormona de la maduración, palicado al tomate para mantenerlo durante su transporte, volviendo a ser tratado con etileno exógeno cuando el fruto va a ser puesto en el mercado.
  Factorías moleculares de materias primas alternativas. Se trabaja en la obtención de aceites vegetales para consumo, pero también con fines industriales, abriendo nuevas vias de desarrollos la ingenieria genética para poder sustituir a los aceites minerales con el fin de que puedan ser renovables y biodegradables. Otra linea de investigación que ha dado ya sus frutos se ha establecido a partir de la bacteria Alcoligenes eutrophus que elabora un polímero de reserva y otros PHAs que pueden ser utilizados a partir de sus tejidos para obtener un tipo de plastico biodegradable para envases y otros fines. Los investigadores de la compañía Monsanto han producido el plastico denominado PHBV a partir de plantas de berros y colza modificada con 4 genes bacterianos.
  Capacidad de absorción de materias contaminantes. Se trabaja en la obtención de plantas tratadas genéticamente para que sean capaces de absorber y transformar residuos de metales pesados como el mercurio, mediante un proceso de fitorremediación. Otros desarrollos se encaminan a obtener cultivos capaces de expresar genes que codifican enzimas degradantes de compuestos orgánicos nitrogenados y clorados.
¿Donde están los alimentos transgénicos?
En la Argentina existen en el mercado plantas transgénicas con tolerancia a herbicidas y plagas. En otras parte del mundo, en tanto, se encuentran en distintas etapas de desarrollo plantas resistentes a climas desfavorables, con mayores cantidades de una determina-da propiedad, o plantas con capacidades para prolongar sus períodos de vida. Existen además, la colza resistente a herbicidas; tomates con gene de pez para retardar su maduración; algodón Bt, que al igual que el maíz, produce su propio insecticida y por eso es resistente a una plaga determinada. Siguen en la lista variedades de cultivos transgénicos que están siendo probados en distintos lugares del mundo incluida la Argentina; algunos de ellos son: la papa, el brócoli, la coliflor, la papaya, la mandioca, el sorgo, el melón y hasta árboles, como el eucaliptos.
La soja está presente en gran parte de los alimentos, y debe recordarse que el 90% de la soja que se produce en Argentina proviene de la variedad transgénica. Los alimentos que se citan en el siguiente cuadro contienen alimento transgénico.
·         Carnes: salchichas, medallones, supremas, rebozados o bocaditos de pollo, hamburguesas, milanesas, patés...
·         Pastas: fideos , capeletis, ñoquis, pizzas de mozzarela, ravioles...
·         Cereales: arroz y cereales para el desayuno
·         Golosinas: galletitas, alfajores, bocaditos, bombones, bizcochos, caramelos, chupetines, chocolates, obleas, turrones...
·         Panadería: panes lactales, magdalenas, budines, bizcochuelos, tostadas, galletitas de agua o saladas, pan de salvado...
·         Otros: Leches y chocolates en polvo, chocolates líquidas, milanesas de soja, sopas, helados, productos de repostería, jugos cerveza, empanadas preelaboradas, margarinas, mayonesas, papas fritas, rabas...

·         ¿En qué se diferencian los transgénicos de los híbridos?
La producción de híbridos y el mejoramiento genético tradicional de distintas variedades ha sido una técnica de producción agrícola practicada desde los inicios de la agricultura.
Los cruces desarrollados a través de estos métodos convencionales se realizan en variedades iguales o similares. Estas especies tanto animales como vegetales son el resultado de miles de años de evolución.
El entrecruzamiento tradicional es el resultado de un proceso natural de reproducción sexual dentro de la misma especie.
La información hereditaria de ambos padres se combina y pasa a la cría.
En este proceso las mismas secciones de información genética de la especie, conocida como ADN (ácido desoxirribonucleico) se intercambian con los mismos cromosomas (cuerpo del núcleo de la célula que alberga al ADN), pero los genes casi siempre quedan exactamente en el mismo orden y en las mismas ubicaciones dentro de los cromosomas.
Un gen estará entonces siempre rodeado por la misma secuencia de ADN a menos que ocurra un accidente o una mutación.
Especies que están emparentadas también pueden reproducirse, como el caballo y el burro, si bien sus crías (híbridos) la mula serán muy probablemente estériles.
¿Qué beneficios traen? y ¿por qué se los usa?
MENOS COSTO, MÁS RIESGO Esta clase de cultivos es promocionada como un ahorro para los agricultores, ya que ahora pueden plantar vegetales que matan pestes (porque se les incorporó ADN de una bacteria a su genoma, permitiéndole producir una proteína insecticida). O que toleran poderosos venenos (científicos de Monsanto aplicaron un gen en la soja que resiste al glifosato, llamado comercialmente Round Up, marca de esa misma corporación). Esto, aparentemente, generaría una baja en sus costos.
Pero la realidad es otra. Los que hacen el verdadero negocio son las corporaciones multinacionales que, como se dijo, venden las semillas genéticamente adaptadas a los químicos que también venden.
Los productores sólo son parte del negocio, pero jamás se beneficiarán de él.
Impacto en la salud
Los posibles daños a la salud es uno de los temas que más preocupación ha generado. Se trata de un cuestionamiento de sentido común e inmediato: la falta de evidencia no significa ausencia de riesgo. Existen muchos casos de productos ya comercializados que han tenido que retirarse del mercado porque se comprobó, luego de dañar a muchas personas, que sí tenían efectos directos o colaterales en la salud. No es fácil detectar los efectos negativos en la salud humana, pero hasta ahora la discusión se ha centrado en dos temas: reacciones alérgicas y resistencia a antibióticos.
En el caso de las alergias, las nuevas proteínas, producto de los genes introducidos, puedan ser alergénicas. Los genes que mayor preocupación y debate han generado son los resistentes a antibióticos, pues no tienen ninguna función en la planta a la que son introducidos; se utilizan en el laboratorio durante el proceso de manipulación genética y se denominan genes marcadores. Su objetivo es facilitar el trabajo de los biólogos moleculares para encontrar las células en que se logró la modificación deseada. Expertos en microbiología han manifestado que estos genes pueden transferirse a bacterias intestinales de humanos y animales a través de la alimentación, así como a otros microorganismos que habiten en el ambiente. Los microorganismos que puedan integrar estos genes en su material genético serían resistentes al antibiótico; esto es muy preocupante en el caso de bacteria patógenas.
Impacto en la agricultura
Aunque las y los campesinos pobres no pueden pagar estos nuevos cultivos, su siembra se puede contaminar vía flujo genético. De ocurrir esto, se ignora qué impacto tendrá a mediano y largo plazos. Las y los campesinos no sólo enfrentarán la presencia de nuevos genes en sus cultivos, sino también un problema legal, pues los transgenes están patentados.
Algunos productores cambiaron sus sistemas agrícolas y han empezado a trabajar lo que se conoce como "producción orgánica", que limita el uso de sustancias químicas y se opone a los transgénicos.


Producción de alimentos
La falta de alimentos, uno de los argumentos de la industria agrobiotecnológica para impulsar la comercialización de OGM, no se debe sólo a la forma de producción y la tecnología aplicada; involucra factores sociales, económicos y ambientales generados por sistemas de producción tecnificados que demandan mucha energía para producir altos rendimientos.
La desertificación por la agricultura comercial intensiva, la ganaderización, el impulso de plantaciones forestales comerciales, entre otros, contribuyen a que la población pobre no se beneficie de la riqueza generada por los nuevos sistemas de producción. Se privilegia la producción agrícola para alimentación animal, productos de exportación e industria.
Muchas propuestas de las transnacionales se refieren a alimentos pensados para una población urbana y un poder adquisitivo alto y no con problemas de nutrición. Es perverso argumentar que con los transgénicos se resolverán los problemas de malnutrición de la población pobre al ofrecerles arroz rico en hierro y vitamina A o maíz rico en aminoácidos. La solución es generar condiciones que le permitan a la población, adquirir diversos productos alimenticios para obtener las moléculas necesarias para un buen desarrollo y no que su dieta se base en uno o dos productos

Animales transgénicos
Los animales transgénicos son aquellos que poseen un gen que no les pertenece La forma más sencilla para generar un animal transgénico es la que involucra el aislamiento del gen que se quiere introducir (al que llamaremos transgén), su clonación y manipulación para que pueda ser expresado por el organismo blanco, y su inserción en el organismo. Para lograr que todas las células del organismo expresen este nuevo gen, incorporamos dicho gen en un embrión en estadio de cigoto. Una vez seguros que el embrión incorporó el transgén, implantamos el embrión en un animal receptivo, que actúa como madre (en un procedimiento similar al de fertilización in vitro).
HISTORIA Los ratones fueron los primeros animales transgénicos y se obtuvieron en la década de los 1980. El primer ratón transgénico (1982) producía la hormona de crecimiento de la rata (se veía más grande que un ratón normal). Este experimento mostró que un gen de una especie podia introducirse en otra diferente, integrarse al genoma del receptor y expresarse (la proteína se fabrica y el organismo manifiesta la característica asociada).
LOS RATONES TRANSGÉNICOS SE OBTIENEN POR:
o    Microinyección del DNA en el óvulo fecundado: el DNA se introduce por un medio capilar, bajo el microscopio, en el ovocito fecundado.
o    Microinyección del DNA en células embrionarias: el organismo adulto será una quimera ya que no todas las celulas incorporan el nuevo gen. Entonces se utilizar’an solo los animales que tengan el gen en sus gametas y se lo transmitirán a su descendencia (técnica más fácil y eficiente que la anteior).
MICROINYECCIÓN DE OVOCITOS FECUNDADOS
UTILIZACIÓN
o    Como herramienta de laboratorio para estudiar los genes, su función y como se regula su expresión si se cambia el lugar o el tiempo de expresión de ese gen.
o    Como modelos de enfermedades para el desarrollo de tratamiento.

OTRAS TECNICAS DE OBTENCION
o    MÉtodos vÍricos: que son utilizados para animales en los que el huevo fecundado esta protegido, como por ejemplo en las aves (los retrovirus donde se ha eliminado el poder patÓgeno se utilizan como vectores que llevan el trasgen al genoma
  ¿Cómo se modifica genéticamente un animal?
Para modificarlos genéticamente se introduce o modifica un gen específico en el animal. Por ejemplo en el caso del mono “Andi” o el cerdito NT-2 se les ha introducido un gen ajeno a su especie. Modificando, por tanto, un cromosoma determinado y por lo tanto la célula en si... Esta célula en el caso de que sea una célula sexual, óvulo, cuando ese animal se reproduza, en la célula al unir su material genético con el del macho mantendrá esa información pero no es seguro que se manifieste, este tipo de reproducción en las células se denomina meiosis.
En canvio cuando se modifica el material genético de cualquier otra célula que sufra una división, el material genético (cromosomas), se duplicará antes de la división celular de manera que cada una de las nuevas células tiene la misma cantidad de cromosomas que la original. (mitosis)
  ¿Para que se modifican genéticamente?
Hoy en día se modifican genéticamente animales y plantas, estas últimas ya comercializadas y supuestamente menos peligrosas.
En cuanto a los animales se experimenta sobretodo con ratones, ratas, conejos, peces y cerods entre otros.
Los objetivos de los científicos entre otros son:
·         Mejorar la resistencia a según que enfermedades
·         Augmentar el crecimiento, esto último empleado en peces como el salmón o las carpas consiguiendo crecimientos de hasta el 105%.
·         Destruir especies perjudiciales para el ser humano o su entorno, un ejemplo es que se pretende utilizar un gen de la medusa que activa un mecanismo de destrucción para combatir las plagas de polillas que atacan a los cultivos de algodón. Esto pretenden llevarlo a cabo liberando 3.600 polillas transgénicas en un campo experimental de EEUU con el fin de que se mezclen con las naturales y directamente se autoexterminen.
·         En otros casos la simple experimentación como es el caso del mono `Andi', al que han introducido un gen que produce una proteina que brilla bajo la luz fluorescente simplemente para demostrar que es posible realizar la transferencia de genes a un animal “casi” superior o el caso del ceridto NT-2 al qual le han introducido este mismo gen haciendo que su hocico y sus pezuñas brillen

BIOTECNOLOGÍA
·         La biotecnología consiste simplemente en la utilización de microorganismos así como de células vegetales y animales para producir materiales tales como alimentos, medicamentos y productos químicos útiles a la humanidad.
·         En el momento que los primeros hombres se dieron cuenta de que podían cultivar sus propias plantas y criar a sus propios animales, ellos aprendieron a usar la biotecnología. El descubrimiento de que el jugo de fruta fermentado se convierte en vino, o que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que la cerveza puede ser hecha fermentando soluciones de malta y lúpulo fue el comienzo del estudio de la biotecnología
·          
·         Cuando se habla de biotecnología algunos piensan en el mejoramiento del ganado, otros sueñan con ilimitados recursos terapéuticos para los humanos. Y hay quienes piensan en la posibilidad de cultivos más nutritivos y con una resistencia natural a las pestes que alimenten a una población en crecimiento. Todo esto es posible. Las promesas de la biotecnología agrícola residen en aumentar la productividad y reducir costos, generar innovaciones y mejoras en los alimentos y conducir a prácticas agrícolas más "ecológicas"; contribuir, en suma, a la agricultura sustentable, que utiliza los recursos con respeto al medio ambiente y sin hipotecar a las generaciones futuras.Las plantas que hoy cultivamos son, en muchos casos, radicalmente distintas de sus antepasados silvestres, ya que el hombre ha modificado y seleccionado sus propiedades a la largo de más de diez mil años en función de sus necesidades. Las variedades que utiliza el agricultor en la actualidad han sido generadas, en su mayor parte, por ingenieros agrónomos, en centros públicos o privados dedicados a la producción de nuevas variedades por los métodos convencionales. Esta tecnología se basa en la repetición de varios procesos de hibridación y selección de las plantas. La hibridación de dos variedades o especies de plantas combina miles de genes en un proceso al azar, y son necesarias repeticiones sucesivas de selección e hibridación para obtener una nueva variedad que incorpore todas las características (genes) deseadas y que evite, en la medida de lo posible, la incorporación de los genes no deseados.
·         Este proceso de generación de nuevas variedades ha sido muy útil y ha dado lugar a la generación de nuevas variedades que se cultivan hoy en día."Ahora y en un futuro cercano, los alimentos derivados de la biotecnología proveen mejoras de calidad que, además, incluyen mejor sabor y son más sanos. Las particularidades agronómicas que le fueron insertadas crean valor. El hecho más notable es que las plantas incrementan la producción y reducen la necesidad de otros agregados como pesticidas y herbicidas químicos. La soja, el maíz y el algodón son algunos de nuestros actuales productos enmarcados en los programas de biotecnología que, además de generar mayores rindes, implican menores costos de inversión gracias al control de pestes y malezas. Existen tres ventajas fundamentales respecto de las técnicas convencionales de mejora genética basadas en la hibridación.

¿Qué es la Biotecnología?
·        
A nivel básico la biotecnología se puede definir como una técnica que utiliza células vivas, cultivo de tejidos o moléculas derivadas de un organismo como las enzimas para obtener o modificar un producto, mejorar una planta o animal o desarrollar un microorganismo para utilizarlo con un propósito específico.
·         Según esta definición, la fabricación, entre otros, de pan y cerveza que se basa en el empleo de células de levadura es un proceso biotecnológico.
·         La diferencia aportada por la biotecnología moderna es que actualmente el hombre no sólo sabe cómo usar las células u organismos que le ofrece la naturaleza, sino que ha aprendido a modificarlos y manipularlos en función de sus necesidades. La biotecnología tal como la conocemos actualmente empezó en los años 50 con el descubrimiento por James Watson y Francis Crick de la estructura de la molécula de ADN* (ácido desoxirribonucleico) que es donde se almacena la información genética (la herencia) en todos los seres vivos.

Escuela preparatoria “anexa a la normal de valle de bravo”
Innovación y desarrollo tecnológico
Equipo numero:
Profesora:
Ma. De Lourdes Guadarrama Casas

¿Qué evolución han tenido los productos transgénicos?


Valle de bravo edo. De México 19/03/2011
ALIMENTOS TRANGENICOS
Los alimentos transgénicos, no son más que el fruto de la manipulación genética de organismos, para poder producir plantas o animales con mejores resistencias para plagas, sequías o con mejoras en los nutrientes que producen y que son necesarios para el consumo humano o animal, además de retirarles sustancias tóxicas o que ocasionan alergias en el caso de los vegetales!!!!, pero en los animales que producen carne pueden tener una mejora tangible de la producción sin tanta inversión como hasta ahora, y esto redundaría en un costo más accesible para todas las personas, o los animales de producción de leche con una mejora en la calidad y cantidad de su producto con los mismos objetivos de la carne, así la mejora genética tiene un gran potencial que nos toca como bioingenieros desarrollar de una manera productiva y conforme al bienestar mundial, esta manipulación genética no es algo fuera de este mundo, es más, no es algo nuevo, ni algo futurista, las manipulaciones genéticas ya se han estado presentando desde hace mucho tiempo, como por ejemplo tenemos el proceso de injerto en arboles para la mejora de sus frutos uno de los clásicos productos que ya consumimos desde hace mucho tiempo es el limón sin semilla, que es producido por una manipulación genética, aunque la palabra manipulación genética se escucha como algo de avances tecnológicos del nuevo siglo, la tecnología empleada para producir este árbol, no es mas que un injerto con otro árbol de cítricos, y quien ha sufrido mutaciones, cáncer o alguna otra enfermedad que dicen los ecólogos con el consumo de este producto; aunque también en este tiempo poseemos una gran avance en la tecnología podemos ahora solo quitar el cromosoma que produce las semillas sin afectar ninguno de las demás propiedades que el limón presenta, y así obtener el limón sin semilla que buscamos, como se ve esta tecnología no es algo antinatural, ni se injertan cromosomas humanos o animales en los limones!!!!!!, eso son solo imaginaciones y miedos a los avances tecnológicos que nos están llegando, pero como todos los descubrimientos se nos hace cada día mas normal, y en un futuro inmediato esta tecnología será como todos los descubrimientos algo normal, como el caso de la luz eléctrica, el foco, el radio, la televisión, el rayo láser, los alimentos transgénicos, etc.
Para el doctor Fernando Monckeberg, médico y académico experto en el tema y artífice de la derrota de la desnutrición infantil en el mundo, "estamos ante una tecnología altamente segura, que ya se instaló en el mundo sin vuelta atrás".
"La gente debe saber -agrega- que los genes de una especie no son extraños a otra, ya que el proceso de transferencia genética entre distintas especies está sucediendo todos los días a través de virus y bacterias".
Según el académico, los cambios genéticos que se introducen en los vegetales tampoco son algo nuevo, ya que se vienen haciendo desde hace décadas a través de las hibridaciones o mezcla de plantas para mejorar su calidad.
El INTA(, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile) afirma que entre los beneficios de los transgénicos están sus ventajas nutricionales, su mayor duración y el menor uso de pesticidas para obtenerlos!!!!. Agrega que las desventajas son hipotéticas, ya que éstas no están comprobadas. En todo caso, podría esperarse que estos alimentos provoquen alergia y resistencia a algunos antibióticos entre los consumidores.
Los detractores de los Organismos Manipulados Genéticamente (OMG, como se les conoce mundialmente) usan los mismos argumentos, pero a la inversa: se acusa a estos
alimentos "trabajados" a través de la ingeniería genética de ser nocivos para seres humanos y animales, de alterar el medio ambiente, de afectar el equilibrio entre especies, de provocar nuevas reacciones alérgicas y de contribuir a la muerte de los antibióticos .

Pero por su lado los bioingenieros que defienden como el autor la producción de los transgénicos nos emocionamos y nos motivamos con la posibilidad de desarrollar vacunas comestibles a partir de
proteínas que podrían introducirse en ellos. De esta manera, los niños podrían ser inmunizados contra el cólera, la hepatitis B o la diarrea, comiendo una fruta en vez de recibir una inyección.
Pero realmente que es el peligro que los puristas y ecologistas tanto aborrecen y tanto critican los efectos a largo plazo que mencionan, por que no se ponen a ver la pobreza y la hambruna que existe en países como África y Asia en donde niños y mayores pierden la vida por no poder llevar a su casa el sustento alimenticio, ustedes creen que estas personas podrían estar mejor no comiendo alimentos transgénicos con unos posibles efectos dañinos y que muy muy posiblemente algún día causaran alguna imperfección en sus cadenas genéticas o que se mutarían sus células sabiendo que es mucho más peligroso en el caso de mutación de células el consumo del tabaco y otras drogas o el desecho de basura radioactiva, no estas personas tienen hambre y están muriendo de inanición dejemos entonces a los expertos tratar de combatir esta problemática que esta afectando a nuestra gente y a todo el mundo, los bioingenieros tienen las herramientas suficientes para poder modificar los problemas que por tantas generaciones nos han seguido y nos han perjudicado. Dejemos entonces trabajar a los expertos trabajar y crear un futuro mejor..
Que los ecologistas y puristas están quedándose cada vez sin sustento a sus demandas, mejor luchen contra los desechos radiactivos, las armas biológicas, las armas nucleares, la guerra y destrucción entre los países,!!!!!! pero no le quiten el derecho a comer a los necesitados, con la amenaza de que son
alimentos que los convertirán en mutantes. Si estas personas tienen la posibilidad económica de poder escoger sus insumos diarios, ¡escójanlos! Pero no le quiten la comida a los necesitados, que para luchar contra su hambre estamos nosotros los científicos.
Sus comienzos
En sus comienzos, la ingeniería genética se utilizó para producir sustancias de uso farmacéutico, como la insulina, vía la modificación genética de microorganismos. Con los posteriores desarrollos aquellas investigaciones preliminares se aplicaron y derivaron en la obtención de vegetales y animales modificados genéticamente de forma tal de mejorar sus propiedades implícitas. Los objetivos y mejoras principales a los que se apuntaba eran los de obtener mayor vida comercial en los productos, resistencia a condiciones ambientales más agresivas (heladas, sequías, distintos tipos de suelos), resistencia a herbicidas más fuertes y potenciar la autodefensa contra plagas e insectos.
El primer alimento, modificado por la ingeniería, en ser producido para el consumo masivo fue el tomate Flavr Svr.
Los alimentos que posteriormente se modificaron fueron la soja transgénica, en la cual se modificó su constitución para hacerla más resistente a herbicidas y el maíz, al que se le modificó para resistir determinados insectos y generar mayores rindes por cultivo y cosecha.
Desde muchos puntos de vista, las perspectivas de esta tecnología son vastamente amplias por lo que actualmente existen varias decenas de otros productos listos para ser comercializados. Sin embargo, y aún a pesar de las amplias fronteras que esta ciencia tiene, debido a diversas razones la cantidad de productos disponibles en el mercado es muy reducida y acotada.

Opiniones opuestas
Como contracara de este tremendo avance tecnológico existe una segunda voz: La que se mantiene en contra de la manipulación genética de los alimentos y que enuncia que esta atenta contra la salud de la población. Estas voces de protesta se originan en que existen campos con diversas dudas concernientes al tema, que la ciencia no ha develado completamente.
Por esto, es que diversas organizaciones ambientalistas y ecologistas claman en favor de la agricultura biológica y orgánica, y promueven los alimentos de calidad que no aplican modificaciones o alteraciones genéticas, o utilizan agroquímicos y/o agrotóxicos para su crecimiento.
Dada la corta historia de este tremendo avance tecnológico, existe poca legislación que controle o regule la utilización de esta ciencia. Al respecto, una de las pocas condiciones que se deben cumplir son las de respetar una directiva europea de 1997 que obliga a que los productos transgénicos:
  • Demuestren ser necesarios y útiles,
  • Sean seguros para la salud humana y el medio ambiente,
  • Que sus características sean las declaradas y se mantengan a través del tiempo,
  • Que posean un etiquetado detallado que especifique si el producto está modificado genéticamente.
La modificación genética consiste en el proceso de transferir artificialmente la información específica de un tipo de organismo a otro. Por ejemplo: De un pez a un tomate, o de un animal a una planta. (y la alternativa de combinaciones que pueda imaginarse y que pueda servir para algún fin particular)
¿Cuales son las razones de lograr tal intercambio? Transferir las cualidades deseables de un organismo a otro.
¿Existe necesidad de alcanzar tal objetivo? Actualmente se puede producir suficiente comida sin recurrir a la utilización de esta tecnología. Por esto, los motivos para la modificación genética están principalmente basados en razones comerciales y políticas que no siempre consideran la salud y la nutrición, dados los graves potenciales peligros que su aplicación puede implicar.

Transgénicos en los alimentos
Los ingredientes (sustancias transgénicas) más habituales y a tener en cuenta al momento de leer una etiqueta de alimentos son los siguientes:
  • lecitina de soja
  • proteína vegetal texturizada
  • proteína texturada de soja
  • dextrosa
  • aceite vegetal hidrogenado
  • emulsificante - proteína de soja aislada,
  • harina de soja

Actualmente la mayoría de los productos contienen bases de soja o lecitina de soja, y suelen aparecen camuflados bajo la inscripción 322.
Por ejemplo, en la República Argentina, la zona donde existen cultivos de semillas y productos genéticamente alterados es la de la pampa húmeda y sobre el total de la producción de su zona, el proporcional de productos transgénicos es el siguiente:
  • Soja: 85%
  • Maíz: 20%
  • Algodón: 0,9%

Características modificadas en cultivos masivos
Las aplicaciones de la ingeniería genética reconocidas para obtener productos de características mejoradas son las siguientes:
Apio - Zanahoria:
- Prolongar el caroteno crujiente en el momento de ser ingerido.
Achicoria (radicheta):
- Incremento de la dulzura en su sabor.
Café:
- Mejorar la resistencia al ataque de insectos,
- Incrementar el rinde productivo. (rendimiento de la plantación y la cosecha),
- Reforzar el aroma,
- Reducir el contenido de cafeína.
Maíz:
- Incrementar la resistencia al ataque de insectos.
Papas:
- Potenciar su resistencia a ser afectada por virus,
- Aumentar su resistencia al ataque de insectos,
- Reducir su capacidad de absorción de aceites (durante la fritura),
- Obtener variedades mas dulces,
Soja:
- Reducir la necesidad de utilización de fertilizantes,
- Favorecer su resistencia a herbicidas mas selectivos,
- Incrementar su aporte nutritivo aumentando su valor proteico,
- Eliminar los componentes causantes de alergias.
Uvas:
- Conseguir nuevas variedades sin semillas.
A nivel mundial
Durante siglos, se utilizó la similitud  familiar para mejorar la productividad de plantas y animales. Cuando se cultivaban  plantas se seleccionan, por su mayor tamaño, fortaleza, y por ser menos proclives a padecer enfermedades, de esta forma se creaban híbridos mejores. No se pensaba que en ese momento se estaba practicando una forma rudimentaria de ingeniería genética.
El objetivo perseguido era buscar nuevas maneras de incrementar la productividad al tiempo que se reducían los costos.  Los primeros agricultores seleccionaban los cultivos más fuertes, más resistentes a enfermedades, o más rendidores, conservando la mejor semilla de la mejor planta para el año siguiente. Se estaban aplicando los principios de la fitotecnia, desarrollada más tarde, cuando las leyes de la herencia son descubiertas por Mendel. Hacia los años ´30 la fitotecnia dio lugar al desarrollo de los primeros cultivos híbridos, lo que produjo un gran aumento en la producción.
Se tuvo que esperar al desarrollo de la genética y al  conocimiento de los mecanismos de la evolución biológica por selección natural para que se practicara una mejora y una selección sistematizada. Fue la Revolución Verde, en la que los procedimientos eran sistemáticos y se recurría a la tipificación  de la variabilidad natural, el uso de la mutación, la recombinación sexual por cruzamiento, la hibridación con especies próximas, y por último la selección de la progenie. Esta etapa que culmina en los años setenta del siglo pasado, condujo a la obtención de  plantas, muchas veces híbridos, con características como frutos más grandes, mayor contenido en sustancias  nutritivas, crecimiento más rápido, etc.
Como consecuencia de esto, se obtuvieron plantas de alta productividad, muy homogéneas, a veces estériles, con claras ventajas desde el punto de vista de la producción y de una agricultura basada en tecnologías modernas y economicas.
La contracara de esta metodología no tardó en aparecer: en primer lugar, por tratarse de cultivos  que suelen requerir fertilizantes  y plaguicidas, y en segundo lugar, por encontrarse la tecnología  en manos de los países desarrollados. Así los países del tercer mundo veían aumentar sus cosechas, a veces de forma muy importante, pero al costo de  hacerse económicamente  y tecnológicamente dependientes  de países ricos. Además surgió un nuevo efecto negativo: la erosión genética, es decir, la pérdida de variabilidad genética que se produce en las especies cultivadas de muchos países  agrícolamente dependientes  al verse desplazadas las variedades autóctonas por las foráneas  de alta productividad.
La era de los denominados "alimentos transgénicos" para el consumo humano directo se abrió el 18 de mayo de 1994, cuando la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos autorizó la comercialización del primer alimento con un gen "extraño", el tomate "Flavr-Savr", obtenido por la empresa Calgene, con maduración retardada. Las semillas para el cultivo de alimentos transgénicos son desarrolladas, producidas y comercializadas por empresas multinacionales, entre ellas se destacan Dupont, Monsanto, Novartis, Aventis y Limagrain. Los vegetales transgénicos más importantes para la industria alimentaria son por el momento, la soja resistente al herbicida Glifosato y el maíz Bt.
El primer cultivo transgénico liberado comercialmente en la Argentina, en 1996, fue la soja tolerante al herbicida glifosato. Con posterioridad a esa fecha se han aprobado variedades transgénicas de maíz y de algodón con tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos.
El gobierno argentino ha promovido la ingeniería genética en forma tal que se ha convertido en el segundo productor mundial de organismos vegetales genéticamente manipulados, después de Estados Unidos. Gran cantidad de alimentos contienen ingredientes modificados genéticamente. Se calcula que el 60% de los alimentos procesados contienen soja y durante la última cosecha este cultivo cubrió el 90% de la producción total con transgénicos con lo que es altísima la probabilidad de estar consumiendo, sin saberlo, soja transgénica.
Los beneficios de la Ingeniería Genética, han sido contrastados con las preocupaciones surgidas de los consumidores sobre la seguridad de los productos transgénicos. Las discusiones se han centrado en los posibles riesgos impredecibles de estos alimentos, tanto para la salud humana o animal como para el medioambiente.
Dada la enorme complejidad del código genético, incluso en organismos muy simples tales como bacterias, nadie puede predecir los efectos de introducir nuevos genes en cualquier organismo o planta, ni el alcance de los nocivos efectos para la salud sobre cualquier persona que lo ingiera. Esto sucede debido a:
·              Que el gen transpuesto podría reaccionar de manera diferente cuando funcione dentro del huésped.
·              Que la estructura genética original del huésped se puede desorganizar
·              Que los genes del huésped y el gen transpuesto combinados tienen efectos imprevisibles.
Sin embargo, a medida que crece el debate sobre la seguridad de los OGM, no se han evidenciado todavía problemas específicos, y es por ello que actualmente se habla de riesgos "potenciales". Aunque otros autores  opinan que sí se puede hablar de riesgos demostrados debido al consumo de alimentos transgénicos. En todo caso habría que  evaluar cuan compensados están los riesgos potenciales por los beneficios obtenidos en los cultivos, también potenciales en muchos casos (como la reducción del uso de pesticidas químicos, disminución de costos y mejoramiento del valor nutricional).
Beneficios obtenidos en vegetales en particular
1. SOJA.- La inclusión de genes vegetales, animales o bacterianos da lugar a la síntesis de proteínas específicas. La soja resistente al herbicida glifosato, conocida con el nombre de "Roundup Ready" y producida por la empresa Monsanto contiene un gen bacteriano que codifica el enzima 5-enolpiruvil-shikimato-3-fosfato sintetasa. Este enzima participa en la síntesis de los aminoácidos aromáticos, y el propio del vegetal es inhibido por el glifosato; de ahí su acción herbicida. El bacteriano no es inhibido.
2. MAIZ.- El maíz resistente al ataque de insectos contienen un gen que codifica una proteína del Bacillus thuringiensis, que tiene acción insecticida al ser capaz de unirse a receptores específicos en el tubo digestivo de determinados insectos, interfiriendo con su proceso de alimentación y causando su muerte. La toxina no tiene ningún efecto sobre las personas ni sobre otros animales.
La utilización de plantas con genes de resistencia a insectos y herbicidas permite reducir la utilización de plaguicidas y conseguir un mayor rendimiento. También se ha obtenido un vegetal con un aceite de elevado contenido en ácido laúrico, mediante la inserción del gen que codifica una tioesterasa de cierta especie de laurel. Los vegetales resistentes a virus se consiguen haciendo que sinteticen una proteína vírica que interfiere con la propagación normal del agente infeccioso. Estos vegetales contienen proteína vírica, pero menos de la que contienen los normales cuando están severamente infectados.
Estos dos tipos de vegetales transgénicos son los más importantes para la industria alimentaria; la soja resistente al herbicida glifosato y el maíz resistente al taladro, un insecto. Aunque se utilice en algunos casos la harina, la utilización fundamental del maíz en relación con la alimentación humana es la obtención del almidón, y a partir de este de glucosa y de fructosa. La soja está destinada a la producción de aceite, lecitina y proteína.
Puesto que la harina de maíz, la proteína de soja y los productos elaborados con ellas contienen DNA y proteínas diferentes a la de las otras variedades de maíz, en la Unión Europea (no en los Estados Unidos, ni en los países el MERCOSUR) existe la obligación de mencionar su presencia en el etiquetado de los alimentos. Aunque no se ha detectado ningún caso, sería concebible la existencia de personas alérgicas a las nuevas proteínas.
El aceite de soja transgénica, la glucosa y la fructosa obtenidas del almidón de maíz transgénico no contienen ningún material distintito a los que contienen cuando se obtienen a partir de los vegetales convencionales. En la mayoría de los casos, ni siquiera las técnicas de PCR, que como se sabe tienen una sensibilidad extrema, son capaces de detectar material genético extraño, razón por lo que no existe ninguna obligación de etiquetado diferencial.
En el caso de los alimentos completos, o de partes que incluyan la proteína extraña, como podría ser la proteína de soja o la harina de maíz, habría que considerar el riesgo de la aparición de alergias a la nueva proteína. (por ej., en el caso de la soja a la que se le había introducido el gen de una proteína de la nuez del Brasil para aumentar el contenido de aminoácidos azufrados de sus proteínas y por ende su valor nutricional. La nueva proteína resulto ser alergenica, y esta soja no ha llegado a salir al mercado. Sin embargo, esto es absolutamente excepcional, y no existe ninguna evidencia de que las proteínas introducidas por medio de la ingeniería genética sean más alergénicas que las naturales).
En el caso de la utilización de materiales procesados exentos de proteínas, como el aceite de soja o la glucosa obtenida a partir del almidón del maíz, no existe ningún material que no se encuentre en el producto convencional, y consecuentemente no existe ningún riesgo, ni siquiera hipotético, atribuible a la manipulación genética. Incluso en los casos en que existe alergia a una proteína de la semilla oleaginosa (convencional o transgénica), un aceite procesado no produce respuesta.
Riesgos Potenciales
1- Riesgos Medioambientales
A corto, medio y largo plazo, incremento de la contaminación química (ej. con las plantas tolerantes a un herbicida, el agricultor puede usar grandes cantidades de ese herbicida). Contaminación del suelo por acumulación de la toxina Bt.
Posibilidad de cruzamientos exteriores que podrían dar lugar, por ejemplo, al desarrollo de malas hierbas más agresivas o de parientes silvestres con mayor resistencia a las enfermedades o provocar tensiones ambientales, trastornando el equilibrio del ecosistema. Pueden crearse nuevos virus y aumentar la resistencia de los virus naturales.
Modificar los efectos de los pesticidas que pueden atacar a organismos contra los que no estaban diseñados. Contaminación genética por polinización cruzada: si los cultivos convencionales y los transgénicos no están separados por grandes distancias, la modificación genética acaba encontrándose en las plantas del campo convencional que se polinizan mediante el viento, los insectos, las aves, etc.
Desaparición de biodiversidad:
·              Por el aumento del uso de productos químicos (efectos sobre flora y fauna);
·              Por las toxinas fabricadas por las plantas (matan a insectos beneficiosos o pájaros);
·              Por la contaminación genética: Se puede transmitir la modificación genética a especies silvestres emparentadas con la planta transgénica. La contaminación genética tiene la capacidad de reproducirse y expandirse (son seres vivos). Una vez en el medio ambiente, la contaminación no se puede "limpiar" nunca. Los efectos de los transgenes en las plantas silvestres son absolutamente imprevisibles.
A) Humana
Dado la falta de estudios extensivos y regulares sobre los posibles efectos negativos para la salud humana, se podría caer en una subestimación de las consecuencias que los OGM podrían causar sobre el hombre y otros animales, especialmente cuando los mismos (como la soja, el maíz, etc.) entran en la cadena alimenticia. Hasta el momento sería el único riesgo cierto y probado es el de posibles efectos alergénicos.
Algunos de los potenciales riesgos podrían ser:
·              Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos.
·              Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos (por ej. debidos a los cultivos Bt).
·              Aparición de nuevas alergias por la introducción de nuevas proteínas en los alimentos. Inactivación de sustancias nutritivas valiosas en los alimentos.
·              Resistencia de las bacterias patógenas para el hombre a los antibióticos y reducción de la eficacia de estos medicamentos para combatir las enfermedades humanas. Herbicidas como el Bromoxynil  puede llegar a causar cáncer en humanos. Debido a que este producto es absorbido por vía dermatológica, es probable que presente riesgos a los agricultores.
B) Animal
·              Cambios en la proporción metabólica. La introducción de hormonas de crecimiento rápido en peces puede favorecer al pez transgénico en la competencia por el alimento, los sitios de reproducción, etc.
·              Cambios en la tolerancia a los factores físicos. El aumento por ejemplo, de la resistencia a los cambios de temperatura, puede extender el hábitat e incrementar la competencia con las especies nativas
·              Cambios en el comportamiento. En la migración, la unión y el dominio del territorio.
·              Cambios en el uso de los recursos alimenticios, que implicarían nuevas preferencias y presas.
·              Cambios en la resistencia a parásitos y patógenos
·              La invasión de los ecosistemas por peces transgénicos dotados de ventajas competitivas podría alterar de forma drástica cadenas tróficas y equilibrios fundamentales para la riqueza biológica y estabilidad ecológica de todo el planeta.
Debe tenerse en cuenta, además de los riesgos para la salud, y de los impactos medioambientales,   el impacto  que los transgénicos implican  a nivel social, económico y comercial; que si bien desde algunos puntos de vista pueden generar beneficios, es inevitable analizar las desventajas.
Las grandes empresas que desarrollan y comercializan los OGM están patentando el material genético de los seres vivos, que más bien debería considerarse como patrimonio de la humanidad. Están creando un monopolio sobre la agricultura y la alimentación mundial, en un modelo de sociedad donde unos pocos realizan beneficios a costa del interés de la mayoría y donde se exacerban las diferencias entre pobres y ricos.
Tener en cuenta que si bien el uso de la ingeniería genética en la agricultura puede aumentar la producción, también puede a la vez reducir el desempleo, por ejemplo el hecho del encarecimiento de las semillas y la necesidad de comprar insumos importados  serían  un factor más para la desaparición  de los agricultores familiares.
La introducción  de los OGM en la agricultura crea el monopolio de unas pocas multinacionales básicamente de EE.UU. sobre la producción de alimentos, lo que pone en peligro la soberanía de los pueblos  y de los países.
El promotor (secuencia de nucleótidos), utilizado para poner en funcionamiento la expresión del gen transferido, puede activar uno de los genes silentes que forman parte del ADN normalmente y los cuales tienen acciones desconocidas.
Se encontró que ADN extraño ingerido por ratas puede alcanzar leucocitos periféricos, el bazo o hígado, a través de la mucosa intestinal, incorporándose en algún lugar impredecible del genoma celular.
El intestino del hombre posee enzimas capaces de digerir el ADN. De todos modos, los genes transportados por los vectores son especialmente resistentes a la acción enzimática con la posibilidad de pasar a sangre y causar alguna infección. También se sabe que los virus utilizados como vectores pueden permanecer de manera latente en el cuerpo y en el ambiente, pudiendo acumular mutaciones y eventualmente activarse.
Un riesgo potencial mayor es la posibilidad de que aparezcan nuevos virus patógenos surgidos por recombinación.
Aspectos generales sobre Bioética
La Bioética es el estudio interdisciplinario de los problemas éticos que surgen en la aplicación de la ciencia y la técnica en los ámbitos de la salud, la procreación, la alimentación,... La palabra Bioética, de bios y ethos, es un neologismo introducido por Potter en su pionera obra de 1971, Bioethics. Bridge to the future, donde argumenta la necesidad de unir biólogos y especialistas en ética a la hora de prever y resolver problemas relacionados con la calidad de vida.
Uno de los documentos que más ha incidido a la hora de establecer principios éticos claros para la orientación de la investigación biotecnológica es el Informe Belmont. El Informe, de 1978, fue el resultado de trabajo de una comisión creada por el Congreso de EEUU: la «National Commision for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research». El filósofo de la ciencia, Stephen Toulmin, fue uno de sus miembros. El Informe destaca tres principios éticos básicos.
Los tres principios de Bioética:
a.    Principio de autonomía o de respeto hacia las personas. Un principio que además de establecer que las personas han de ser tratadas como seres autónomos, establece que aquéllos que tienen disminuida su autonomía han de ser objeto de protección especial.
b.    Principio de beneficencia. No sólo ha de respetarse y proteger de mal las decisiones del paciente, también es preciso un esfuerzo para asegurar su bienestar. Por «beneficencia» el Informe no entiende caridad, sino obligación: la obligación de beneficiar o hacer el bien. Incluye el principio hipocrático de no maleficencia y la obligación de «extremar los posibles beneficios y minimizar los posibles riesgos».
c.    Principio de justicia. Implica el trato igualitario, la imparcialidad en la distribución de cuidados y recursos, de beneficios y de riesgos. El principio abre la reflexión sobre quién debe recibir los beneficios de la investigación y quién debe pagar los costes.
El reconocimiento de la vulnerabilidad de la naturaleza, de la pérdida de un medio ambiente sano, de los riesgos de la manipulación genética, ha dado una nueva dimensión a la ética. Hans Jonas, en su obra de 1979, El principio responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica, habla de un nuevo imperativo ético anteriormente impensable, de un deber de las actuales generaciones hacia las generaciones futuras. éste es el nuevo imperativo ético:
«Actúa de tal manera que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica sobre la Tierra»; o, expresado negativamente: «Actúa de tal manera que los efectos de tu acción no sean destructivos para la futura posibilidad de una vida humana auténtica».
Bioética y OGM
Muchos de los productos transgénicos han sido incorporados bajo principios  infundados  por las grandes compañías que manipulan y monopolizan la tecnología, y por ende, la producción y el precio. En este momento, en lugar de obtener beneficios, la comunidad se ve enfrentada a posibles daños ecológicos, hambruna y pobreza generada por las empresas multinacionales según el esquema que se esta dando.
Por otra parte, los mitos no son los únicos aspectos a tener en cuenta cuando se hable de alimentos transgénicos.  La filosofía en que se fundamenta su producción carece de sustento, ya que reluce por su interés económico y la carencia de beneficio social.  Para comenzar, los alimentos transgénicos se crearon como solución a la hambruna del mundo, pero en la actualidad, se produce más comida por habitante que en cualquier era de la humanidad. Esto nos hace pensar que el problema no es de falta de alimento, sino de concentración y los alimentos transgénicos, en manos de unas pocas, aumentaran esa concentración y su respectiva mala distribución.
Otro aspecto importante de la filosofía transgénica es buscar la reducción de costos, pero en la realidad sucede lo contrario. Esta  es costosa y monopolizada, pero es casi obligatoria en algunos lugares del mundo, ya que la fumigación y la utilización de algunos químicos para controlar plagas e insectos, que atacan los cultivos naturales, están siendo prohibidos. Dicha prohibición esta siendo promovida por las mismas multinacionales dueñas de las patentes de los productos transgénicos, lo que obliga al
campesino a incorporar cultivos con semillas modificadas que son más costosos que el cultivo natural.
El otro principio clave en los transgénicos es el incremento de la productividad, en donde se encontrará el verdadero beneficio. Algunas investigaciones han demostrado que el rendimiento de los cultivos modificados genéticamente no es significativamente mayor al de los cultivos naturales, pero si es más costoso para el campesino. Esto hace pensar que aunque aumente la producción, se disminuirá la utilidad por el aumento de los gastos.
Estos aspectos desvirtúan el carácter humano que deberían tener los alimentos transgénicos, pero abren grandes interrogantes que tiene que ser analizados y combatidos con una mayor oposición y participación comunitaria en la vigilancia de las multinacionales dueñas de patentes que deberían ser libres para beneficio de la humanidad. Peguntas como los posibles daños futuros del ecosistema, efectos secundarios a la salud humana y las diferentes implicaciones económicas son algunas preguntas que se deben ser respondidas antes de que los productos transgénicos invadan totalmente el mercado mundial.
A pesar de algunos factores que desacreditan la
biotecnología, existen algunos beneficios considerables para la comunidad, que de ser bien manejados, incrementarían la calidad de vida de muchos países que realmente necesitan solucionar problemas de alimentación y desnutrición. Algunos de esos beneficios son:
·              Alargar la vida útil del producto.
·              Resistir condiciones ambientales desfavorables. (sequías, heladas, etc.).
·              Resistencia a plagas y químicos.
·              Mejores cualidades alimenticias.
De estos beneficios se desprende la aplicación y utilidad actual de los productos transgénicos, ya que pueden llagar a lugares alejados por ser más duraderos; pueden ser cultivados en condiciones extremas de frió, calor, lluvia o sequía lo que posibilitaría su producción en países áridos y con condiciones climáticas inestables, donde no existen las  características necesarias para que dichos productos florezcan; se evitará la fumigación con algunos agentes que son extremadamente dañinos para la salud humana y el medio ambiente, y se mejoran los niveles de nutrición de las personas, ya que se incrementaran las propiedades nutricionales de los alimentos técnicamente desarrollados.
Multinacionales especializadas en manipulación transgénica, como por ejemplo Monsanto, son las más interesadas en evitar toda información sobre qué alimentos participan de alguna manipulación genética argumentando que, virtualmente, no hay diferencia entre unos y otros: toda indicación de OGM (organismo modificado genéticamente) sería económicamente perjudicial. Pero, por otro lado, son bastante los especialistas que defienden que «hoy nadie puede prever las toxicidades, las invasiones competitivas o cualquier otra consecuencia inesperada de las plantas transgénicas».
Por todo eso, en mayo de 1996, un centenar de científicos hicieron público, en París, un manifiesto proclamando la «necesidad de una moratoria respecto a la diseminación en el medio ambiente de organismos genéticamente modificados».
Por otro lado, las semillas de las plantas transgénicas, que pueden aumentar los rendimientos del 15% al 20%, introducen el problema de las patentes de plantas o animales creados. Si una multinacional, haciendo millonarias inversiones, ha conseguido crear un trigo o un arroz de alto rendimiento, el agricultor que las compra no tiene derecho a replantarlas una y otra vez. Ciertamente, desde hace más de 10.000 años, los agricultores han reservado parte de las semillas obtenidas en cosechas para la replantación o intercambios; ahora bien, las multinacionales argumentan que las semillas transgénicas son creaciones patentadas y su compra sólo da derecho a plantarlas una vez, cosa que se hace constar en el contrato de compra.
Con el objetivo que no se escapen los beneficios de la inversión, las multinacionales de la biotecnología agrícola han patentado el «sistema de protección tecnológica» (Technology Protection System, TPS), un polémico y controvertido sistema de protección que comporta la esterilización de las semillas. Modificando tres genes de las semillas se consigue neutralizar las semillas obtenidas en la cosecha: si se replanta, la semilla no germina. éstas semillas TPS son conocidas por sus muchos detractores con el nombre de "Terminator". Los efectos ambientales, económicos y sociales de las entonces Terminator son incalculables.
Normativa internacional
Esta tecnología ha generado controversias en cuanto a como controlar y regular la introducción de los OGM en los diferentes mercados del mundo.  Seguidamente se enumeran tres de los instrumentos internacionales relacionados con el tema objeto de este trabajo.
Declaración de Río de Janeiro
En 1992 la Declaración de Río de Janeiro, se establece en el principio Nº 15 lo que se conoce como Principio Precautorio, el cual se formuló para asegurar el resarcimiento al menoscabo de la vida humana originado por efectos nocivos de productos químicos respecto de los cuales los daños no son visuales sino después de transcurrido un período de 20 o 30 años.
Este principio dice lo siguiente: "Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente."
El principio se articula en base a dos presupuestos: por una parte, la posibilidad de que conductas humanas  causen daños colectivos vinculados a situaciones catastróficas que puedan afectar un conjunto de seres vivos, y por la otra, la falta de evidencia científica (incertidumbre) respecto a la existencia misma del daño temido.
La noción de Precaución responde al concepto de detección precoz de todos los peligros para la salud y el medio ambiente mediante una investigación multidisciplinar y sincronizada basada en la relación causa - efecto.
Sin embargo, este marco conceptual de la prevención fue eliminado en el Protocolo de Bioseguridad (del año 2000), al plantearse que basta que un Estado señale que posee sospechas, no probadas científicamente, que un producto puede causar un daño a la población, para que se lo autorice a prohibir la importación de un OGM.
Convenio sobre Diversidad Biológica
También en 1992, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, se firmó el Convenio sobre Diversidad Biológica, el cual estableció sus objetivos en el artículo 1: "... la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como mediante una financiación apropiada."
Mediante los artículos 15, 16 y 19 se  pretende la integración del libre comercio de los recursos genéticos, reglando el acceso adecuado a los mismos, con la transferencia de tecnologías, (reconociendo que la tecnología incluye la biotecnología, y que el acceso a la tecnología como su transferencia entre Partes Contratantes son elementos esenciales para el logro de los objetivos del Convenio, comprometiéndose, a asegurar y/o facilitar a otras Partes Contratantes el acceso a tecnologías pertinentes para la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica o que utilicen recursos genéticos y no causen daños significativos al medio ambiente), y la compensación justa por el acceso a los recursos biológicos de otros.
Protocolo de Cartagena
La elaboración y firma de este protocolo estaba prevista desde el origen de la firma del Convenio sobre Diversidad Biológica. Pero los países productores de transgénicos, con Estados Unidos y Canadá a la cabeza, se dedicaron desde sus orígenes a sabotear la firma del mismo y a vaciar sus contenidos en forma sistemática, colocando los intereses de lucro de las empresas por arriba del interés incluso de sus propias poblaciones.
Finalmente el protocolo se firmó, tiene algunos puntos interesantes, como la inclusión del principio de precaución y la posibilidad de que los países importadores puedan rechazar cargamentos de transgénicos basados en este principio, que básicamente dice que frente a la duda sobre los riesgos, mejor abstenerse.
Es el primer Tratado Internacional que reconoce los organismos modificados genéticamente como una categoría separada de organismos que requieren un marco regulador específico.
El artículo 1, establece cuál es su objetivo de conformidad con el Principio 15 de la Declaración de Río: "... contribuir a garantizar un nivel adecuado de protección en la esfera de la transferencia, manipulación y utilización seguras de los organismos vivos modificados resultantes de la biotecnología moderna que puedan tener efectos adversos para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, teniendo también en cuenta los riesgos para la salud humana, y centrándose concretamente en los movimientos transfronterizos."
Establece las bases de una legislación internacional sobre el movimiento transfronterizo de OGM, hace referencia principalmente a los mecanismos de notificación por adelantado por parte del exportador y al consentimiento que concede un país importador de semillas u otras muestras vivas derivadas de manipulación biotecnológica, antes de permitir su tránsito transfronterizo, detalla los requerimientos para la evaluación y gestión de los riesgos, las medidas de emergencia, el manejo, transporte, etiquetado e identificación del material. Sin embrago, resulta insuficiente ya que sólo abarca a los organismos "vivos" modificados, quedando excluidos los productos derivados de organismos transgénicos, productos transgénicos farmacológicos e insumos agrícolas transgénicos.
Algo similar ocurre con el etiquetado, ya que solamente exige mencionar en una carga "que puede contener organismos vivos modificados" y no ordena al instante de la importación, individualizarlos, cuantificarlos ni describir los procesos. Esta omisión afecta sobre todo a los consumidores, que no tienen acceso a las notificaciones previas que intercambian los estados y abre una brecha amplia para introducir sin controles los mencionados organismos.
Para la evaluación de los productos alimenticios se ha introducido el concepto de "Equivalencia Sustancial", según el cual, si un alimento procedente de la nueva biotecnología se puede caracterizar como equivalente a su predecesor convencional, se puede suponer que no plantea nuevos riesgos, y por lo tanto, es aceptable para consumo.
Técnicamente hablando, si un OGM y su equivalente no genéticamente modificado poseen similaridad  sustancial en un limitado espectro de variables (por ejemplo composición de proteínas, minerales, vitaminas, etc.) pueden así mismo presumirse sustancialmente equivalentes en todos sus otros aspectos. Esto implica suponer que el análisis químico es capaz de detectar adecuadamente efectos colaterales negativos no deseados y que no es necesaria la confirmación de equivalencia mediante rigurosa experimentación con pruebas de alimentación a largo plazo.
Este concepto fue introducido por la OCDE en 1993 (antes de la comercialización de ninguna planta genéticamente manipulada), tras varios años de trabajos de gran cantidad de expertos de muchos países. En 1996 la OMS y la FAO recomendaron su adopción como base para los estudios de seguridad alimenticia de los OGM. La propia OCDE sigue profundizando en este enfoque, en un intento de mejorarlo, de modo que en la actualidad se siguen desarrollando nuevas metodologías de evaluación que incluyen la identificación de niveles de nutrientes, antinutrientes y posibles toxinas y alérgenos en todo tipo de plantas de cultivo.
La equivalencia sustancial no sustituye a las evaluaciones de seguridad más rigurosas, sino que exige que la variedad genéticamente manipulada sea tan segura como la antigua predecesora. De hecho, en el caso de identificarse alguna diferencia, se realizan ensayos nutricionales, inmunológicos y toxicológicos adicionales.
Algunos críticos han señalado que el enfoque de equivalencia sustancial es inadecuado para encarar los posibles riesgos de las plantas transgénicas, y quisieran que dichas plantas fueran sistemáticamente analizadas en busca de cualquier diferencia cualitativa o cuantitativa respecto de las plantas tradicionales, y sometidas a sistemáticos análisis de toxinas. Otros, sin embargo, esgrimen que habría que realizar carísimos y complejos ensayos con todas las nuevas variedades de plantas que se producen, independientemente del método de obtención y las pruebas se multiplicarían al infinito si se quisiera conocer cómo afectan diversos factores ambientales a su composición a lo largo del tiempo.
Esta corriente de pensamiento basa su postura en virtud de que cada inserción de material genético mediante tecnología recombinante del ADN constituye un evento singular  generador de un correspondiente espectro  de efectos colaterales negativos potenciales, aún si se confirmara la inocuidad de un tipo de alimento transgénico, esto no implicaría que cualquier otro transgénico sea similarmente inocuo. Ocurre que un vector genético puede generar diferentes efectos al insertarse en puntos diferentes de la cadena de ADN.
Cuando la ingeniería genética introduce un nuevo rasgo en una planta de cultivo, la planta manipulada puede que no sea sustancialmente equivalente a la convencional. En estos casos la evaluación de su seguridad requiere responder a una serie de cuestiones relativas a cambios buscados por la manipulación, posibles cambios no pretendidos, estabilidad de la construcción genética, y posible transferencia génica horizontal a otras plantas.
Por lo tanto, el principio de equivalencia sustancial considera seguro un producto transgénico si éste es igual al natural en todas las características excepto en aquellas introducidas por la manipulación genética y cuya consecución constituía el objeto de tal manipulación. Una vez cumplido el principio de equivalencia sustancial, debe probarse la inocuidad del producto génico.
En conclusión, los alimentos transgénicos se han situado en el centro de un complejo debate en el que se mezclan aspectos meramente técnicos y biológicos, con otros de diversa índole: intereses generados por las patentes, protección de los consumidores, derechos de los agricultores, bioseguridad, etc. Ciertamente, la aceptación ética de la aplicación de las técnicas del ADN recombinante a las especies vegetales debe tener en cuenta el incremento de la producción y la mayor rentabilidad y seguridad de las futuras cosechas. Sin embargo, es claro que éste no puede convertirse en el único y exclusivo factor a tener en cuenta.
El debate ético sobre las especies transgénicas y su repercusión sobre la salud y el entorno del ser humano, debe partir de una crítica previa a la moderna visión instrumental de la naturaleza reconociéndole, por el contrario, un claro valor inherente. Ello puede justificar el establecimiento de límites a la actuación humana, impidiendo la consideración de lo creado como un mero objeto susceptible de apropiación. De acuerdo con ello, la aplicación de la técnica del  ADN recombinante a especies vegetales sólo podría ser hipotéticamente aceptada si tuviera como finalidad la promoción del bien común humano y ambiental, de tal modo que se garantizara la inexistencia de cualquier implícito
atentado o riesgo para la biodiversidad. Asimismo, debería garantizarse que van a ser tenidos en cuenta, de una manera especial, los intereses de los
más necesitados de los beneficios de estas especies.
Por otro lado, es importante resaltar que el control de las nuevas especies transgénicas no puede reducirse, como ocurre en la actualidad, a un capítulo meramente privado. Se trata de una cuestión de carácter público, por los bienes que quedan afectados, especies vivas, y porque sus posibles consecuencias en el medio ambiente y en los organismos humanos afectan a toda la población, e incluso a las futuras generaciones. Por último, creo que es importante insistir en que, en la actualidad, no se cumplen, de hecho, estas condiciones. No está totalmente demostrada la ausencia de peligro para el medio ambiente y para los seres humanos derivada del cultivo y comercialización de estas especies. Al contrario, cada vez se reafirma más la  existencia de verdaderos riesgos inherentes al cultivo de estas especies.
Los alimentos transgénicos, modificados genéticamente, se han convertido en centro de atención, no sólo por parte de los científicos, sino también de los consumidores que, alertados por organizaciones ecologistas, se muestran reacios a consumirlos. El debate se centra en los posibles riesgos que tienen para la salud humana y para el medio ambiente.
La práctica de la mejora genética en las plantas y animales se realiza desde que el mundo es mundo. La dieta de los seres humanos se ha ido enriqueciendo con la selección natural de las mejores cosechas o animales, aumentando de este modo la productividad.
La selección de los animales más fuertes y resistentes a las enfermedades, o la fermentación en los yogures o el pan, que son ejemplos de alimentos modificados de forma natural, son técnicas que el hombre ha empleado desde los albores de la humanidad y, sin saberlo, estaban aplicando la biotecnología. De esta manera, los seres humanos han luchado por la supervivencia de la especie ante las dificultades que se le presentaban.
Ahora se abre una nueva polémica: el empleo de la ingeniería genética en los alimentos. Un debate con diferentes frentes de batalla: empresas, científicos e  interesados por conservar, sobre todo, el medio ambiente.
Pero, ¿qué es un alimento transgénico u organismos genéticamente modificados (OGM)?. Son productos que se crean a partir de la aplicación de la biotecnología. Son el resultado de la transferencia de genes de un organismo con un rasgo determinado a otro, de forma que se crean organismos inexistentes en la naturaleza.
Mientras, los científicos siguen hallando nuevos métodos de inserción de genes de características específicas en el ADN de animales y plantas.
¿Riesgos para la salud?Aunque una parte de los científicos se muestra contraria a los OGM, existe un sector que mantiene que hay que aprovechar los grandes avances tecnológicos para aumentar la calidad de vida y la esperanza al nacer.
Los más contrarios a los transgénicos apuntan a la atrofia de la cadena humana, alergias e incluso a elementos cancerígenos. Pero la comunidad científica está en un 90% con estos alimentos  y entre sus ventajas, señalan, está la reducción de productos fitosanitarios.
Sin embargo, los consumidores se muestran recelosos ante la posibilidad de comprar estos productos genéticamente modificados. Especialmente porque es el hombre el que interviene directamente en el proceso al transmitir genes a las plantas en un laboratorio.
Pero, se sabe por experiencia, que en el uso de productos como el microondas o el móvil, que fueron fuertemente atacados por sectores de científicos y ecologistas, y que consiguieron, en principio, que existiera una gran resistencia para adquirirlos, en la actualidad son completamente aceptados. ¿Pasará lo mismo con estos alimentos?.
Con el tiempo quizás se supere el listón comercial del etiquetado y se levantarán  prohibiciones. Países como Estados Unidos, China, Egipto, Sudáfrica, La India... ya aceptan los transgénicos.
A FAVOR Y EN CONTRAComo todo, esta técnica tiene sus pros y contras como los que se muestran a favor y en contra de la aplicación ingeniería genética en los alimentos.
Entre los detractores de los OGM se encuentran las asociaciones ecologistas como Greenpeace, que muestran su rechazo bajo el lema “Experimento Transgénico. No lo compres”. ¿Motivos?: “Son un peligro grave real y demostrado para la salud global del planeta porque potencian una agricultura tóxica e insostenible y la pérdida de la seguridad alimentaría”.
Los que se muestran a favor de esta tecnología aducen que la biotecnología es un avance que mejora el rendimiento de los cultivos y minimiza el uso de plaguicidas y fertilizantes, por lo que sería más beneficioso para el medio ambiente, y contribuye a aliviar el problema del hambre en los países más desfavorecidos.
Los científicos aseguran que un alimento transgénico es igual en su base genética que uno tradicional, y que la diferencia está en el gen introducido.
De esta manera, los consumidores contarán con alimentos más nutritivos y los agricultores de países subdesarrollados con productos más resistentes y productivos.
Zoom
Autorización y etiquetadoLa empresa productora del tomate McGregor, el primer alimento transgénico que se comercializó, tuvo que pasar estrictos controles hasta que a los cuatro años le dieron el permiso para lanzar el producto al mercado. Al día de hoy, en los países en que se producen estas semillas,  los alimentos transgénicos pasan por numerosos controles de todo tipo antes de llegar a los hogares de los consumidores.
DESTACADOSLa selección de los animales más fuertes y resistentes a las enfermedades, o la fermentación en los yogures o el pan, que son ejemplos de alimentos modificados de forma natural, son técnicas que el hombre ha empleado desde los albores de la humanidad y, sin siquiera saberlo, estaban aplicando la biotecnología.
Aunque una parte de los científicos se muestra contraria a los organismos genéticamente modificados (OGM), existe un sector que mantiene que hay que aprovechar los grandes avances tecnológicos para aumentar la calidad de vida y la esperanza al nacer.
Los que se muestran a favor de esta tecnología aducen que la biotecnología es un avance que mejora el rendimiento de los cultivos y minimiza el uso de plaguicidas y fertilizantes, por lo que sería más beneficioso para el medio ambiente, y contribuye a aliviar el problema del hambre en los países más desfavorecidos.
Hay multitud de OGM gracias a la ingeniería genética, aunque existen 67 autorizados. Entre los más comunes se encuentra el maíz resistente a los insectos, los tomates capaces de crecer en suelo salinizado, una soja que resiste un herbicida, frambuesas que soportan sequías y heladas, patatas con menor capacidad de absorción del aceite de la fritura, y arroz dorado, un cereal transgénico capaz de producir la provitamina A.
Otros productos como berenjenas, cacahuetes, guisantes y kiwis se encuentran pendientes de autorización, mientras se están estudiando plantaciones de arroz.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado que los alimentos transgénicos disponibles son inocuos para la salud, pero ha revelado que pueden afectar al medio ambiente mediante la contaminación de cultivos convencionales.
Mientras, la ONU dice que los organismos genéticamente modificados pueden minimizar los efectos del hambre y la desnutrición en los países menos desarrollados.
Entre los países también hay partidarios y detractores de los OGM. EEUU se muestra a favor de la comercialización de los productos transgénicos, y en Inglaterra también. Países como Francia, Austria, Luxemburgo o Dinamarca son contrarios a su producción.
transgenicos

El principal avance de la Ingeniería Genética consiste en la capacidad para crear especies nuevas a partir de la combinación de genes de varias existentes, combinando también por lo tanto sus características. Cultivos con genes de insectos para que desarrollen toxinas insecticidas o tomates con genes de pez para retrasar la marchitación han dejado hace tiempo de ser ciencia-ficción para constituir una realidad en nuestros días.
Permitir el cultivo de hortalizas en áreas desérticas hasta ahora estériles o aumentar el tamaño de los frutos cultivados son algunos de los adelantos que la utilización de este tipo de técnicas pueden aportar a la Humanidad, con los logros que supone hacia la erradicación del hambre en el Mundo. Lo que no se ha definido todavía es cómo compatibilizar estos objetivos con los intereses económicos de las empresas de biotecnología que los desarrollan.
Principales aplicaciones en alimentos genéticamente modificados
las ventajas ofrecidas por la biotecnología de modificación genética se aplican fundamentalmente en el mejoramiento de cultivos agrícolas.
las principales aplicaciones se ven en cultivos con las siguientes características:
· resistencia a enfermedades y plagas
· resistencia a sequías y temperaturas extremas
· aumentos en la fijación de nitrógeno (permitiendo reducir el uso de fertilizantes)
· resistencia a
suelos ácidos y/o salinos
· resistencia a herbicidas (permitiendo eliminar malezas sin afectar el cultivo)
· mejoramientos en la calidad nutricional
· modificaciones para obtener cosechas más tempranas
· mejor manejo de postcosecha
· otras características de
valor agregado
Principales especies cultivadas de alimentos genéticamente modificados
los principales cultivos genéticamente modificados para alimentación que se utilizan hoy en día son soya, maíz, canola, tomate, papas y calabaza; considerándose los tres principales soya, canola y maíz.
por su repercusión en
europa, los casos de la soya y el maíz transgénicos resultan de especial relevancia. la soya se utiliza en un 40-60% de los alimentos procesados: aceite, margarina, alimentos dietéticos e infantiles, cerveza, etc. el 2% de la soya producida en estados unidos es transgénica, de la que un 40% se exporta a europa.
la utilización de plantas transgénicas en
programas de mejora se va incrementando día a día. algunos expertos han llegado incluso a predecir que hacia el año 2005, el 25% de la producción agrícola en europa lo será de plantas transgénicas.
nota: "canola" es una combinación de dos palabras: canadiense y aceite (oil). la canola fue desarrollada por cultivadores canadienses con técnicas tradicionales de cultivo, específicamente por sus cualidades nutricionales. las semillas se prensan, obteniéndose el aceite de canola para
consumo humano, y el resto se procesa para obtener alimento para ganado. reconocida ya por sus beneficios para la salud, la investigación ahora se está llevando a cabo para mejorar aun más el perfil nutricional de la canola.
Algunos ejemplos destacables de alimentos gm
- soya resistente a glifosato
es una variedad de soya transgénica obtenida por la compañía estadounidense monsanto, a la que se le ha transferido un gen que produce resistencia al glifosato, componente activo del herbicida "roundup". esto permite la utilización del herbicida sin afectar el cultivo, permitiendo que se alcancen mayores niveles de productividad.
- maíz resistente a glufosinato y a ostrinia nubilabis
maíz transgénico producido por la multinacional ciba-geigy (hoy novartis), resistente al glufosinato de amonio (componente activo del herbicida "basta"), y resistente además al ostrinia nubilabis, un insecto que horada el tallo de la planta destruyéndola.
- tomate de maduración lenta
se han obtenido plantas transgénicas de tomate con genes que alargan el período de conservación y
almacenamiento evitando la síntesis de la poligalacturonasa que produce el reblandecimiento del fruto. así, se tienen ventajas en cuanto al manejo postcosecha de tomates, que pueden soportar períodos más largos de almacenamiento o transporte y llegar en buenas condiciones al consumidor final.
- arroz dorado
es una variedad de arroz obtenida por modificación genética para contener betacaroteno, una pro-vitamina que en el organismo se transforma en vitamina a. esto puede significar una gran ayuda para países en vías de desarrollo en los que se sufre masivamente de deficiencia de vitamina a, condición que puede llevar a muchos casos de ceguera. muchos de estos países, además, tienen justamente al arroz como la base de su alimentación.
El futuro de la biotecnología de alimentos genéticamente modificados
la próxima generación de productos obtenidos por biotecnología, muchos de los cuales ya han sido desarrollados pero no están todavía en el mercado, se concentran en una cantidad de características que subrayarán su uso en sistemas de producción de alimentos, como también mejorarán sus aspectos de calidad final.
estos alimentos posibles incluyen soya con cualidades nutricionales mejoradas mediante un incremento en el contenido de proteínas y aminoácidos; cultivos con aceites,
grasas y almidones modificados para mejorar el procesamiento y la digestibilidad, tales como canola con alto contenido de estearato, maíz bajo en fitato o ácido fítico.
otros productos que están siendo desarrollados incluirán nuevas características de calidad para el consumidor, como los llamados alimentos funcionales, que son cultivos desarrollados para producir medicinas o suplementos alimentarios dentro de la planta. estos podrán proporcionar inmunidad contra enfermedades o mejorar características saludables de los alimentos tradicionales.
una investigación substancial también se ha dedicado al desarrollo de pescado genéticamente modificado, como el salmón.
algunos de estos productos ya están disponibles para el uso, no obstante la mayoría está a años de la producción comercial generalizada.
algunos ejemplos destacables de alimentos genéticamente modificados que podrían desarrollarse en el futuro son los siguientes:
· leche con biodisponibilidad de calcio mejorada
· huevos con menos colesterol
· papas y tomates con mayor contenido de sólidos
· maíz y soya con contenido aumentado de aminoácidos esenciales para ser utilizados en alimentación humana y animal.
·
café descafeinado naturalmente
· cultivos con contenido modificado de ácidos grasos que permitan la producción de aceites más saludables.
· rasgos que controlan la maduración de pimientos y fruta tropical, permitiendo un aumento en los tiempos necesarios para transportes de larga distancia.
las ventajas generales que se visualizan en la agricultura de alimentos gm incluyen básicamente la protección de cultivos contra pérdida de productividad, reducción en el uso de pesticidas, mayor protección medioambiental, protección contra insectos por temporadas largas, y ahorros de trabajo y energía porque los agroquímicos serían aplicados con menor frecuencia.





Escuela preparatoria “anexa a la normal de valle de bravo”

Psicología
Equipo numero:
Profesor:
Antonio Alarid Patiño

¿Qué Daños hacen productos transgénicos en la psicología?
Valle de bravo edo. De México 19/03/2011
PSICOLOGIA
En el ámbito socioeconómico y cultural, la repercusión de los transgénicos es más compleja y afecta más severamente a los que menos tienen. En los países del Tercer Mundo dicha tecnología puede destruir la seguridad alimentaria, al hacer depender al campesino pobre de la compra de material genético importado, poner en peligro la biodiversidad del trópico, crear un riesgo en la generación de superinsectos resistentes a agroquímicos fabricados por empresas pequeñas, producir contaminación genética en plantas nativas por polinización, debilitar la resistencia natural de una planta, hacer surgir nuevos virus, bacterias y superplagas, que pudieran atacar a las plantas y animales silvestres, no manipulados genéticamente. En condiciones económicamente precarias, como en la mayoría de los países pobres, la introducción de esta tecnología significaría pronto la pérdida de la seguridad alimentaria para el miniproductor y la falta de soberanía alimentaria en un país del Tercer Mundo. También incrementaría la pobreza, debido a que los suelos destruidos requieren más aplicaciones químicas. Lejos, entonces, de ser semillas ahorradoras de agroquímicos -como se promueve- atentan en el mediano plazo contra la economía campesina y el entorno.

Desde las semillas híbridas en la Revolución Verde, ya se conocía el deterioro genético de las semillas manipuladas más allá de la segunda generación. No obstante, mil quinientos millones de campesinos requieren de semillas propias y seguras, particularmente en los países del Tercer Mundo, donde dos mil millones viven con anemia y 3.7 con deficiencia de hierro. Se trata básicamente de mujeres y niños que sufren el 20% de las muertes maternas. Por lo tanto la seguridad alimentaria no puede arriesgarse en manos de transnacionales, cuyo único interés es la máximización de las ganancias y la apropiación del material genético, localizado, sobre todo, en los países pobres.

Para estos países es más importante promover la solución a sus ancestrales problemas de miseria, relacionados con falta de crédito, erosión de suelos tropicales delgados, pérdida de la fertilidad natural, manejo integral del agua, sistemas eficientes de comercialización, integración vertical y horizontal de la agricultura con la agroindustria y la agricultura orgánica. Esta última es una de las metas en Nueva Zelanda, donde se ha prohibido el uso y la importación de transgénicos, mientras que el gobierno estimula a las universidades y la iniciativa privada para promover investigaciones relacionadas con una agricultura sustentable.

Estudios agrícolas comparativos a escala mundial muestran una eficiencia mayor de 2 a 10 veces, entre pequeños productores (usufructuarios o dueños de las parcelas) frente a la agroempresa gigante. Además, estos productores protegen sus suelos, ya que se trata del único medio de producción con que cuentan. Por ende, su supervivencia depende de un manejo integral y sostenido de su parcela. Sería irresponsable, en aras de una supuesta mejoría, embarcar a estos campesinos a una aventura de transgénicos, en la que abundan los riesgos en el proceso productivo, la comercialización y la ingesta animal y humana.

Mientras que la biotecnología y los avances científico-tecnológicos no se promuevan en armonía con la cultura de la población y sus demandas concretas, pueden convertirse en un arma mortal, como lo demuestra la evolución de la producción de alimentos en África, donde por diversas razones se ha perdido en muchos países la seguridad y la soberanía alimentaria. Después de 25 años y a pesar de un importante crecimiento demográfico, la disponibilidad global de los alimentos no ha aumentado. Esto significa, entre millones de seres humanos, hambre, desnutrición, miseria y muertes infantiles evitables.


escala mundial, la mayoría de la población tiene miedo a los transgénicos, la biotecnología y los "Alimentos Frankenstein". Exigen a sus gobiernos legislaciones que los protejan como consumidores, pero quieren, sobre todo, saber si un determinado alimento contiene o no material genéticamente manipulado. Esto significa una etiquetación transparente y comprensible para cualquier nivel educativo. Exigen una divulgación certera, honesta y amplia de los riesgos y aciertos de la biotecnología, la estandarización de medidas de control, métodos baratos de evaluación (kits en lugar de análisis complejos del DNA), alternativas ante pesticidas peligrosos, control de hormonas y alimentos balanceados en la ganadería, seguridad alimentaria individual y colectiva con alimentos sanos, permanentes y suficientes, que evitarían daños a la salud humana.

Estos temas se discuten en casi todos los países. Las experiencias vividas frente a la contaminación empresarial son todavía recientes, cuyos resultados fueron severos deterioros en la salud y cambios epidemiológicos, debido a elementos tóxicos. Las entonces respuestas tibias por parte de las autoridades responsables, han mermado la confianza de la población en las empresas y en sus gobiernos. Por ello las autoridades europeas y norteamericanas se vieron obligadas a actuar con mayor velocidad en el caso de los transgénicos, a fin de proteger a su población y garantizar la seguridad alimentaria. Hay que legislar no sólo lo conocido, sino, ante una creciente organización de la sociedad civil, también los potenciales riesgos. El principio precautorio debería regir en todas las discusiones biotecnológicas, ante lo novedoso de las mismas y los pocos conocimientos con que cuentan los científicos acerca de los efectos secundarios o a largo plazo. El Senado de la República en México acaba de reglamentar la etiquetación comprensible de los OGM, a fin de identificar con facilidad un producto transgénico. Urge ahora vigilar su implementación y legislar sobre el manejo biotecnológico.

Falta discutir también acerca de los acuerdos fitosanitarios, de salud, alimentarios, de monopolio, de impedimento de innovaciones secundarias, de la Seguridad del DNA y otros más relacionados con este complejo tema. Además, es necesario homogeneizar las distintas legislaciones sobre el tema, que frecuentemente se contraponen: los intereses de la Organización Mundial del Comercio (OMC) priorizan el flujo libre de las mercancías, mientras que la Convención de Biodiversidad intenta proteger el acervo biológico del planeta y la Organización Mundial de la Agricultura y la Alimentación(FAO) está preocupada por el hambre en el mundo. Otros organismos, como la OECD, la Organización de las Naciones Unidas de Protección al Medio Ambiente (UNEP), la Organización Mundial de Salud (OMS), Codex Alimentarius, Environmental Protection Agency (EPA), por sólo mencionar las más importantes, tampoco cuentan con una política común y menos aún con una jerarquización de las prioridades en este campo. En los EUA hay una confusión legal, ya que en el tema de los transgénicos intervienen la USDA, que regula plantas agrícolas; la FDA, encargada de los alimentos, y la EPA, responsable de la protección de la biodiversidad. Las tres dependencias han otorgado autorizaciones de OGM, sin conocer a fondo y a largo plazo los efectos y las posibles repercusiones de los transgénicos.


Las plantas transgénicas en la sociedad
Oficialmente o bajo control oficial, que las nuevas variedades poseen sufi-
ciente valor agronómico o de utilización. Es decir, mayor rendimiento, me-
jor calidad de los productos obtenidos de su cultivo y mejor comportamiento
ante plagas, enfermedades o accidentes climatológicos.
Todos estos trabajos consisten en experimentos comparativos de la nueva
variedad con otras variedades ya registradas que se utilizan, o como co-
lección de referencia o como testigos. En el caso de las variedades trans-
génicas, además debe realizarse una evaluación para prevenir posibles da-
ños a la salud o al medio ambiente, así como en el ámbito del Regla-
mento de nuevos alimentos e ingredientes alimentarios y previos a su au-
torización, y el cumplimiento de un plan de seguimiento y prevención trassu inclusión en el Registro.
Finalmente, tras la inscripción de las nuevas variedades en el Registro de
Variedades Comerciales de Plantas español y siguiendo el procedimiento co-
munitario establecido, éstas pasan a incluirse en los Catálogos Comunes de
Variedades de Plantas Agrícolas y de Plantas Hortícolas de la Unión Europea,
que permite la libre comercialización de semillas de la nueva variedad, es de-
cir, se autoriza su cultivo en todo el ámbito de la Unión Europea

¿Hay una relación entre la reacción de la gente y las diferentes actitudes hacia los alimentos en diversas regiones del mundo?
Dependiendo de la región del mundo, las personas con frecuencia tienen actitudes diferentes hacia los alimentos. Además del valor nutricional, los alimentos
frecuentemente tienen connotaciones sociales e históricas, y en algunos casos pueden tener importancia religiosa. La modificación tecnológica de los alimentos y la producción alimentaria puede provocar una respuesta negativa entre los consumidores, especialmente en ausencia de buena comunicación sobre los esfuerzos de evaluación de riesgos y las evaluaciones de costo-beneficio.
¿Hay implicancias para los derechos de los agricultores a ser dueños de sus cultivos?
Sí, es probable que los derechos de propiedad intelectual sean un elemento de debate sobre alimentos GM con un impacto sobre los derechos de los agricultores. Se han discutido los derechos de propiedad intelectual (IPR, siglas en inglés), especialmente  las obligaciones de patenta miento del Acuerdo TRIPS (un acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio) a la luz de sus consecuencias sobre la mayor disponibilidad de una diversidad de cultivos. En el contexto de los temas relacionados con el uso de tecnología genética en medicina, la OMS ha revisado el conflicto entre los IPR y el acceso igualitario a los recursos genéticos y la coparticipación de beneficios.
Esta revisión ha considerado los problemas potenciales de la monopolización y las dudas sobre las nuevas reglamentaciones de patentes en el campo de las secuencias genéticas en medicina humana. Es probable que dichas consideraciones también afecten el debate sobre alimentos GM.
¿Por qué están preocupados ciertos grupos por la creciente influencia de la industria química en la agricultura?
Ciertos grupos están preocupados sobre lo que ellos consideran un nivel no deseado de control de los mercados de semillas por parte de unas pocas compañías químicas. La biodiversidad y la agricultura sustentable se benefician más por el uso de una rica variedad de cultivos, tanto en términos de buenas prácticas de protección de cultivos como por la perspectiva de la sociedad en general y los valores asociados con los alimentos. Estos grupos temen que como resultado del interés de la industria química en los mercados de semillas, la gama de variedades utilizada por los agricultores pueda reducirse principalmente a cultivos GM. Esto impactaría en la canasta de alimentos de una sociedad así como en la protección de cultivos a largo plazo (por ejemplo, con el
desarrollo de resistencia contra plagas de insectos y tolerancia a ciertos herbicidas). El uso exclusivo de cultivos GM resistentes a herbicidas también haría al agricultor dependiente de estas sustancias químicas. Estos grupos temen una posición dominante de la industria química en el desarrollo agropecuario, una tendencia que no consideran sostenible.
¿Qué otros desarrollos pueden esperarse en el área de los OGM?
Es probable que los organismos GM futuros incluyan vegetales con una mayor resistencia a enfermedades o sequías, cultivos con mayores niveles de nutrientes, especies de peces con mejores características de desarrollo y vegetales o animales que produzcan proteínas farmacéuticamente importantes como las vacunas.
A nivel internacional, la respuesta a los nuevos desarrollos puede hallarse en las consultas de expertos organizadas por FAO y OMS en los años 2000 y 2001, y la labor posterior de la Fuerza de Trabajo ad hoc del Codex sobre Alimentos Derivados de Biotecnología. Este trabajo ha dado como resultado un marco mejorado y armonizado para la evaluación de riesgos de alimentos GM en general. Se han tratado cuestiones específicas como la evaluación de la alergenicidad de alimentos GM o la inocuidad de alimentos derivados de microorganismos GM, y una consulta de expertos organizada por FAO y OMS en el año 2003 se concentrará en alimentos derivados de animales GM.
P20. ¿Qué acciones está implementando la OMS para mejorar la evaluación de los alimentos GM?
La OMS tomará un papel activo en relación con los alimentos GM, principalmente por dos razones: (1) debido a que la salud pública podría beneficiarse enormemente por el potencial de la biotecnología, por ejemplo por un aumento en el contenido de nutrientes de los alimentos, menor alergenicidad y producción alimentaria más eficiente; y en base a las necesidades de examinar los efectos negativos potenciales para la salud humana del consumo de alimentos producidos mediante modificación genética, también a nivel mundial. Es claro que se deben e valuar minuciosamente las

¿Cuál es el estado del debate público sobre alimentos GM en otras regiones del mundo?
La liberación de OGM al medio ambiente y la comercialización de alimentos GM han ocasionado un debate público en muchas partes del mundo. Es posible que este debate continúe, probablemente en el contexto más amplio de otros usos de la biotecnología (por ejemplo, en medicina humana) y sus consecuencias para las sociedades humanas. A pesar de que los temas que se están debatiendo son por lo general muy similares (costos y beneficios, temas de inocuidad), el resultado del debate difiere de país en país. En temas como etiquetado y rastreabilidad de alimentos GM como una forma de encarar las preocupaciones de los consumidores, no hay hasta la fecha ningún consenso. Esto quedó claro durante las discusiones dentro de la Comisión del Codex Alimentarius durante los últimos años. A pesar de la falta de consenso sobre estos temas, se han hecho progresos significativos en la harmonización de opiniones concernientes a la evaluación de riesgos. La Comisión del Codex Alimentarius está a punto de adoptar principios sobre evaluación de riesgos antes de la comercialización,
y las disposiciones del Protocolo de Cartagena sobre Bioinocuidad también revelan un mayor entendimiento a nivel internacional.
Más recientemente, la crisis humanitaria en del sur de África ha atraído la atención sobre el uso de alimentos GM como ayuda alimentaria en situaciones de emergencia. Una cantidad de gobiernos de la región expresaron su preocupación en torno de las alarmas sobre medio ambiente e inocuidad alimentaria. Si bien se han encontrado soluciones factibles para la distribución de grano molido en algunos países, otros han restringido el uso de alimentos GM y obtenido productos que no contienen GMO.
Estado del debate público sobre alimentos GM en otras regiones del mundo

La liberación de OGM al medio ambiente y la comercialización de alimentos GM han ocasionado debates en muchas partes del mundo. Es posible que continúen, probablemente en el contexto de otros usos de la biotecnología y sus consecuencias para las sociedades humanas. A pesar de que los temas que se están debatiendo son por lo general muy similares, el resultado de los debates difieren en cada país. En temas como etiquetado y rastreabilidad de alimentos GM, como una forma de encarar las preocupaciones de los consumidores, no hay hasta la fecha ningún consenso.

A pesar de la falta de consenso sobre estos temas, se han hecho progresos significativos en la harmonización de opiniones concernientes a la evaluación de riesgos. La Comisión del Codex Alimentarius está a punto de adoptar principios sobre evaluación de riesgos antes de la comercialización, y las disposiciones del Protocolo de Cartagena sobre Bioinocuidad revelan también un mayor entendimiento a nivel internacional.

Más recientemente, la crisis humanitaria en del sur de África ha atraído la atención sobre el uso de alimentos GM como ayuda alimentaria en situaciones de emergencia. Una serie de gobiernos de la región expresaron su preocupación en torno de las alarmas sobre medio ambiente e inocuidad alimentaria. Si bien se han encontrado soluciones factibles para la distribución de grano molido en algunos países, otros han restringido el uso de alimentos GM y han obtenido productos que no contienen GMO.
Diferentes actitudes hacia los alimentos en diversas regiones del mundo

Dependiendo de la región del mundo, las personas con frecuencia tienen actitudes diferentes hacia los alimentos. Además del valor nutricional, los alimentos frecuentemente tienen connotaciones sociales e históricas, y en algunos casos pueden tener importancia religiosa. La modificación tecnológica de los alimentos y la producción alimentaria puede provocar una respuesta negativa entre los consumidores, especialmente en ausencia de buena comunicación sobre los esfuerzos de evaluación de riesgos y las evaluaciones de costo-beneficio





Escuela preparatoria “anexa a la normal de valle de bravo”

Ética

Equipo numero:
Profesora:
Lorenza González García

¿Los productos transgénicos son buenos o malos?

Valle de bravo edo. De México 19/03/2011

Ventajas e inconvenientes de los transgénicos.
La posibilidad de obtener alimentos transgénicos tiene tanto ventajas y a su vez, inconvenientes.
- Podremos consumir alimentos con más vitaminas, minerales y proteínas, y menores contenidos en grasas.
- Producción de ácidos grasos específicos para uso alimenticio o industrial.
- Cultivos más resistentes a los ataques de virus, hongos o insectos sin la necesidad de emplear productos químicos, lo que supone un ahorro económico y menor daño al medio ambiente.
- Cultivos resistentes a los herbicidas, de forma que se pueden mantener los rendimientos reduciendo el número y la cantidad de productos empleados y usando aquellos con características ambientales más deseables.
- Mayor tiempo de conservación de frutas y verduras.
- Aumento de la producción.
- Disminución de los costes de la agricultura.
- La biotecnología puede ayudar a preservar la biodiversidad natural.
- Cultivos tolerantes a la sequía y estrés (por ejemplo, un contenido excesivo de sal en el suelo).
- Existe riesgo de que se produzca hibridación.
- Siempre puede haber un rechazo frente al gen extraño.
- Puede que los genes no desarrollen el carácter de la forma esperada.
- Siempre van a llegar productos transgénicos sin etiquetar a los mercados.
Considero que es muy importante  prestar atención al etiquetado: las etiquetas deberían decir cómo han sido obtenidos los productos y qué características especiales incorporan frente a los convencionales. De lo contrario se estaría violando con el artículo 4 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor que dice: quienes produzcan, importen, distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios, deben suministrar a los consumidores o usuarios, en forma cierta y objetiva, información veraz, detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de los mismos.
Por otro lado, el artículo 42 de la Constitución Nacional, norma suprema, se vería vulnerado también ya que éste establece que los consumidores y usuarios de bienes y servicios, en la relación de consumo, tienen derecho a la protección de su salud, seguridad..., a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección....
En nuestro país,  no es obligatorio el etiquetado indicando si el alimento ha sido genéticamente modificado. En mi opinión, no se debería adquirir nunca productos sin ningún tipo de etiquetado. Además, debemos enterarnos de si los productos han provocado algún tipo de rechazo hacia el gen extraño.
Existen distintos puntos de vista respecto de estos especiales alimentos
La biotecnología, una esperanza para el tercer mundo.
Los alimentos genéticamente modificados son cuestionados entre los europeos bien alimentados, pero, según Bill Gates, presidente de Microsoft, son los países pobres los que más los necesitan.
Las estadísticas sobre crecimiento de la población y hambre son preocupantes. El año pasado, la población mundial llegó a los 6.000 millones. Y Naciones Unidas calcula que hacia el año 2050 probablemente rondará los 9.000 millones. Casi todo ese crecimiento se producirá en los países en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, la superficie de tierra cultivable por persona es cada vez menor. Las tierras arables no han cesado de disminuir desde 1960 y se reducirán a la mitad en los próximos 50 años, según el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotécnicas.
Naciones Unidas calcula que aproximadamente 800 millones de personas en el mundo están infraalimentadas. Los efectos son devastadores. Cerca de 400 millones de mujeres en edad de tener hijos padecen deficiencias de hierro, lo que significa que sus bebés corren el riesgo de sufrir diversos defectos congénitos. Nada menos que 100 millones de niños sufren carencia de vitamina A, una de las principales causas de ceguera. Decenas de millones de personas sufren otras importantes dolencias y deficiencias nutritivas causadas por la falta de alimentos.
En este aspecto la biotecnología es de gran ayuda. Los biotecnólogos han desarrollado un arroz genéticamente modificado reforzado con beta-carotenos -que el cuerpo convierte en vitamina A- y hierro, y trabajan en otros tipos de cultivos con sus características nutritivas mejoradas.
La biotecnología puede mejorar también la productividad agrícola en lugares donde la escasez de alimentos es consecuencia de daños en las cosechas atribuibles a las plagas, la sequía, terrenos pobres y virus, hongos y bacterias que afectan a los cultivos.
El daño que causan las plagas es increíble. El barrenador del maíz europeo, por ejemplo, destruye anualmente 40 millones de toneladas de la cosecha mundial, aproximadamente el 7% del total. La introducción de genes resistentes a las plagas en las semillas puede contribuir a restaurar el equilibrio. Y en las pruebas con algodón resistente a las plagas en África, las cosechas han aumentado considerablemente. Hasta el momento, los temores a que los cultivos transgénicos resistentes a las plagas puedan matar no sólo a los insectos perjudiciales sino también a los beneficiosos parecen carecer de fundamento.
Muchos científicos creen que la biotecnología podría aumentar la productividad de las cosechas, en general en los países en vías de desarrollo, en un 25% y contribuir a evitar la pérdida de cosechas una vez recolectadas.
Sin embargo, a pesar de todas estas promesas, la biotecnología dista mucho de ser la solución total. En los países en desarrollo la pérdida de cosechas es sólo una de las causas del hambre. El papel principal lo desempeña la pobreza. En la actualidad, más de mil millones de personas en todo el mundo disponen de menos de 200 pesetas diarias. La disponibilidad de alimentos transgénicos no reducirá el hambre si los agricultores no pueden permitirse el producirlos o si la población local no puede permitirse el comprar los alimentos que ellos producen.
Los alimentos transgénicos aumentan su valor nutritivo y los rendimientos de la producción
Los expertos afirman que los alimentos transgénicos son tan buenos para la salud como los convencionales. Vacas que dan más leche, vegetales resistentes a las plagas, patatas que inmunizan contra el cólera... "Con los alimentos transgénicos, el consumidor siempre tiene la opción de escoger, y estos productos son al menos tan seguros como lo pueden ser los alimentos convencionales." Esta opinión de Daniel Ramón, investigador del CSIC, fue la defendida por la mayoría de especialistas reunidos estos días en el IX Simposium Nacional de Laboratorios e Institutos Municipales de Salud Pública, que tratará problemas como el ruido en las grandes ciudades, las plagas urbanas de insectos o la calidad del agua que bebemos.
"Las tecnologías permiten disponer de todo un abanico de posibilidades para mejorar los alimentos." Daniel Ramón fue el experto en Biotecnología que más énfasis puso a la hora de defender las bondades de los controvertidos alimentos transgénicos y aseguró que el miedo surgido entre algunos sectores de la población se debe a la falta de información.
"La gente se cree que cuando un laboratorio crea un nuevo producto transgénico, al día siguiente puede sacarlo al mercado sin problemas", creencia que Ramón negó al asegurar que la cadena de comprobaciones científicas que tiene que pasar un alimento de estas características es "larga y muy cuidadosa para comprobar que no son nocivos", entre las que se encuentra la aprobación del Comité Científico de Alimentación Humana de la Unión Europea.
La prueba de este estricto control sanitario es que, hasta el momento, tan sólo se ha permitido comercializar en Europa una variedad de alimento transgénico, el tomate FlavrSavrTM, "aunque hay una larga lista de productos esperando recibir la autorización", desveló el catedrático de Bioquímica de la Facultad de Ciencias de las Islas Baleares, Andreu Palop.
Borlaug, a punto de cumplir 86 años, y que fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid, se ha vuelto a situar en el ojo del huracán debido a su firme defensa de las modernas semillas transgénicas, a las que en cierto modo considera herederas de su trabajo pionero. Esta actitud, que por otra parte refleja la de la comunidad científica internacional, le ha procurado virulentos ataques de grupos ecologistas como Greenpeace, que han llegado a calificarle de "tecnofanático" y a responsabilizarle de buena parte de los males que afligen a los países en desarrollo. Borlaug se limita a sonreír: sabe muy bien que toda innovación genera enormes resistencias, no siempre racionales.
Las plantas diseñadas para ser más resistentes a los herbicidas permitirán la aplicación de concentraciones más altas en los cultivos, con el resultado de que los alimentos contienen más química, y los ríos y los embalses se contaminarán más. La introducción de la hormona del crecimiento vacuno (rGBH) en las vacas lleva a animales enfermos y sufrientes y a una leche que contiene más antibióticos. Ya se están criando animales con enfermedades para experimentos y una vida de sufrimiento. Peces han sido modificados para crecer más grandes; vacas y cabras han sido modificadas para crear drogas farmacéuticas. Estos animales frecuentemente son enfermizos y tienen una vida más corta. Compañías agroalimentarias occidentales están comprando compañías de semillas en países en vías de desarrollo para poder vender semillas genéticamente modificadas, para controlar el mercado mundial de alimentos y haciendo peligrar la biodiversidad de los cultivos a través de la perdida de las semillas tradicionales.
La contaminación biológica puede ser el mayor peligro resultante de la ingeniería genética. A través de accidentes y falta de controles adecuados nuevos organismos vivos, bacterias y virus podrían escapar para reproducir, migrar y mutar. Existe la posibilidad, aun que pequeña, de pasar sus nuevas características a otros organismos que nunca se podrán recuperar o contener una vez libres en el medio ambiente. Estoesunainvitación a una alteración ecológica desastrosa.
Los alimentos transgénicos ya disponibles incluyen soja, (que se utiliza en el 60% de los alimentos procesados) tomates, levadura, productos lácteos y aceite de colza. Pero esto es solo el comienzo. En unos años, a lo mejor será casi imposible encontrar alimentos naturales. De todos los riesgos indeseados de la tecnología moderna, los de los organismos genéticamente modificados son los más peligrosos. En el peor escenario, no se podrán contener y sus efectos serán irreversibles. Los peligros de la ingeniería genética incluyen animales enfermos, organismos y enfermedades más virulentas, una biodiversidad más reducida, mayor contaminación del agua, el alimento y la tierra, y la alteración del equilibrio de la naturaleza. Con una ya mayor intervención tecnológica en la producción alimentaría, se esta haciendo más común la comida no natural.
Nadie sabrá cuantos morirán de la enfermedad de las vacas locas, que sospechan que es el resultado de alimentar el ganado con alimentos totalmente innaturales para ellos pero aprobados por los organismos gubernamentales. Pesticidas, fertilizantes, agua y aire contaminados están causando cáncer, defectos de nacimiento, una fertilidad decreciente, envenenamiento por salmonela, asma y leucemia.



ENGLISH
1° part                           
In these years the man grabs his use of intelligence to succeed in creation these foods of these now days.

Is somewhat advanced because they have managed to achieve in creating these foods.
Since the 50's it was discovered the structure of DNA that is where we find everything related to living.
All that we know of this is possible with discoveries of Pasteur and Mendel's laws
and everything develops day by day with the time
.A clear example was obtained with the corn from Mexico
Now days they are a little bit advantage they got the creation of these-kind of food.






2nd part
The issues of GM crops are highly controversial and get people do not create if they are healthy or the reverse as they try to be as healthy as possible because when they are doing trying to be strong and try to retain their general characteristics as are safe and can get to our tables is required to pass an evaluation and authorization by a health authority
The country where they are marketed today now every
GM product that has managed to market has been subjected to the scrutiny of authorities in each country where it is possible to market these products
Today,
these crops are as fast as in agriculture and has advantages such as increased productivity, use of agrochemicals with lower costs to those who were perceived, and are compatible with sustainable agriculture practices
Although there is no market for such products has been an increase in the production thereof.
In Mexico it is very clear on this because we have plantings of transgenic corn assume it has affected our lands and because it has the third in grain imports but it can get the crops are not authorized illegals they will be
In
Mexico it says that their lands are resistant to these productions, but it can´t do this because these foods are expensive to produce in bulk.
Present
                
Past

Calculo integral
Equipo numero:
Profesor:
Clemente Mercado Mancilla

¿Cifras de consumidores de transgénicos?


Valle de bravo edo. De México 19/03/2011
GRAFICAS
INTRODUCCIÓN
La biotecnología, mediante las técnicas de Ingeniería Genética, ha permitido la obtención de organismos modificados genéticamente (OMG). Estas técnicas aplicadas al sector agroalimentario han dado lugar a los alimentos modificados genéticamente, también denominados “alimentos transgénicos”, que pueden aportar mejoras con respecto a los alimentos convencionales en diversas características organolépticas, nutricionales o económicas. Estos productos aparecen hace más de un cuarto de siglo, pero no es hasta el año 1994, momento en el que se inicia su comercialización, cuando realmente surge el interés y la preocupación de los consumidores.

Según el informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, 2003), la superficie total de cultivos transgénicos en el mundo ha sufrido un importante crecimiento, llegando a multiplicarse por 39 en los últimos años (ISAAA, 2003). Desde 1996 hasta el 2003 la superficie ha pasado de 1,7 millones de hectáreas a superar los 67 millones de hectáreas (gráfico 1). Sin embargo, la velocidad de crecimiento en el citado período no ha sido uniforme, ya que a partir del año 1999 se ha ralentizado posiblemente debido a los problemas legales y de introducción en el mercado que están sufriendo este tipo de productos, sobre todo en la UE. A pesar de ello la siembra de cultivos transgénicos ha aumentado un 10% en el año 2003.
Gráfico 1. Superficie mundial de cultivos transgénicos en el período 1996-2003 (en millones de hectáreas).
Fuente: ISAAA, 2003
La totalidad de la superficie cultivada con variedades transgénicas (gráfico 2) se reduce a cuatro productos que son: soja (41,4 millones de hectáreas), maíz (15,5 millones de ha), algodón (7,2 millones de ha) y colza (3,6 millones de ha).
Gráfico 2. Principales cultivos transgénicos en el mundo. Año 2003.
Fuente: ISAAA, 2003.
El 99% de la superficie mundial cultivada con variedades transgénicas se distribuye entre Estados Unidos, Argentina, Canadá, China, Brasil y Sudáfrica (gráfico 3). La lista total de 18 países productores de transgénicos se completa con Australia, India, Rumania y Uruguay con más de 50.000 hectáreas sembradas y otros ocho países con cantidades menores.
Gráfico 3. Distribución porcentual de países productores de cultivos transgénicos.
En Europa el mayor productor de cultivos transgénicos es Rumania que en este último año ha alcanzado las 70.000 hectáreas cultivadas. Otros países europeos productores de transgénicos son España, Bulgaria y Alemania.
En España la superficie dedicada a cultivos transgénicos sigue creciendo y muestra de ello es el incremento del 28% en este último año, pasando de 25.000 hectáreas cultivadas de maíz Bt en el año 2002 a un total de 32.000 hectáreas en el 2003.

El informe realizado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) confirma que los agricultores se han decidido a adoptar los cultivos transgénicos por sus importantes ventajas agronómicas, económicas y medioambientales, y a pesar del debate actual en la Unión Europea existen razones para pensar que la superficie dedicada a este tipo de cultivos cada vez sea mayor (James, 2003).
Frente a los agricultores, optimistas ante los avances que les ofrece la biotecnología, los consumidores sienten un cierto rechazo hacia los productos transgénicos, sobre todo en el caso de los destinados a la alimentación (Moraleda, 2003). Este rechazo puede deberse al peligro potencial que los consumidores detectan en estos productos, peligros que, en consecuencia, deben ser tenidos en consideración.

Por otro lado, en materia de riesgo alimentario para el consumidor, los controles referentes a la seguridad en la elaboración y comercialización de los alimentos transgénicos son muy exigentes (Arribas, 1999; Lamo de Espinosa, 2003). A este tipo de alimentos se les están aplicando criterios de prevención que no cumplirían la mayoría de los alimentos convencionales. A esto se suma la obligación aprobada en 1998 por la UE de etiquetar los alimentos procedentes de variedades genéticamente modificadas. Esto permite al consumidor conocer si los alimentos están manipulados genéticamente, y por lo tanto, quedaría a su criterio la elección de estos productos (Barahona, 1999).

Recientemente han entrado en vigor el Reglamento 1829/03 sobre alimentos y piensos modificados genéticamente y el Reglamento 1830/03 relativo a la trazabilidad y al etiquetado de organismos modificados genéticamente, y a la trazabilidad de los alimentos y piensos producidos a partir de éstos. En estos reglamentos se introducen nuevas obligaciones:

1. Obligación de informar al cliente cuando se comercializa un OMG o un derivado de OMG.
2. Obligación de trazabilidad para todos los eslabones de la cadena.
3. Obligación de etiquetado. En este punto cabe destacar que los alimentos modificados genéticamente deben etiquetarse, incluso si no contienen ya trazas de ADN ni de proteína derivada de la modificación genética. De igual manera, los piensos modificados genéticamente deben etiquetarse incluso si no contienen ya trazas de ADN ni de proteína derivada de la modificación genética.
4. El umbral de presencia adventicia o accidental para el etiquetado pasa del 1% anterior al 0,9% y se establece un nuevo umbral (transitorio) de 0,5% para los OMG con una evaluación de riesgo favorable, pero que todavía no han recibido la autorización administrativa correspondiente en la UE.

Esta medida de etiquetado es de obligado cumplimiento para todos los productores de la Unión Europea. y afecta a todo alimento que sea OMG, a sus ingredientes, o a todos aquellos alimentos producidos a partir de OMG, siempre que vayan dirigidos al consumidor final. Los productos transgénicos fabricados antes del 18 de abril de 2004 (fecha de entrada en vigor de estos Reglamentos) están exentos de este nuevo etiquetado. Existen ciertos alimentos que están excluidos de las reglas de etiquetado por no producirse a partir de un OMG como son los productos de origen animal (leche, carne y huevos) procedentes de animales alimentados con alimentos modificados genéticamente, así como los alimentos que no contengan microorganismos modificados genéticamente en el producto final.

Sin embargo, y a pesar de toda la legislación existente que rodea a estos productos, en el proceso de decisión de compra, la imagen subjetiva que sobre el producto tiene el consumidor es muy importante, y en el caso de los alimentos transgénicos aparecen ciertas actitudes de rechazo (Muñoz, 2004) debido a las numerosas campañas en contra que se han llevado a cabo desde los sectores reacios a la utilización de estas tecnologías.

Por todo ello, y a pesar del crecimiento que reflejan los datos anteriores, en la sociedad en general existe actualmente un debate sobre la bondad de este tipo de productos, sobre todo en lo que concierne a las consecuencias que se pueden derivar de la aplicación de estas prácticas a la agricultura, y el efecto que puedan tener los alimentos así obtenidos sobre los consumidores. De este debate se extrae la necesidad de realizar un estudio sobre la percepción de este tipo de productos, valorando la imagen favorable o desfavorable de ellos, analizando tanto las posibles ventajas como los riesgos potenciales que conllevan y teniendo en cuenta los aspectos económicos, sociales y ambientales en los que pueden influir.


El objetivo de esta investigación ha sido determinar la imagen que sobre los alimentos transgénicos tienen los consumidores. Para ello se ha realizado una encuesta a 146 consumidores a los que se ha preguntado por el nivel de información que tiene sobre los alimentos que consume y el conocimiento que tienen sobre los alimentos transgénicos. También se ha preguntado si estarían dispuestos o no a consumirlos y sus motivos de consumo o no consumo. Por último se ha procedido a caracterizar a dichos consumidores en función de características descriptivas.

Este estudio exploratorio será ampliado posteriormente con otros trabajos encaminados a la obtención de modelos de riesgo y beneficio percibido por los consumidores sobre los productos transgénicos, lo que permitirá determinar la intención de compra de los consumidores hacia estos productos, así como las principales variables influyentes en la misma.
2. METODOLOGÍA
En este estudio se ha realizado un análisis exploratorio para determinar la situación actual de los consumidores frente a los alimentos transgénicos. Para ello se ha realizado una encuesta en la que la selección de la muestra se realizó mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia a 146 estudiantes de últimos cursos de carreras técnicas y personas cercanas a ellos de la provincia de Alicante, durante el mes de mayo de 2003 (tabla 1). El tipo de muestreo utilizado supone que las conclusiones del trabajo deben ser tratadas con precaución (Kinnear y Taylor, 1998).
Tabla 1. Ficha técnica de la encuesta
Universo
Consumidores
Ámbito geográfico
Provincia de Alicante
Tamaño muestral
Cuestionarios válidos:146
Muestreo
No probabilístico
Fecha de realización de la encuesta
Mayo 2003
Para tener un conocimiento de la muestra estudiada, se ha realizado un análisis descriptivo de su perfil (tabla 2).
Tabla 2. Perfil sociodemográfico de la muestra de consumidores analizada.
VARIABLE
NIVELES
Sexo
Hombres: 50.7% Mujeres: 49.3%
Edad
16-25 años: 49.7%
26-34 años: 30.8%
35-49 años: 8.2%
50-64 años: 11.6%
>64 años: 1.4%
Tipo de hábitat
Rural: 32.2%
Urbano: 67.8%
Renta familiar
Baja: 2.9%
Media-baja: 10.7%
Media: 60.0%
Media-alta: 23.6%
Alta: 2.9%
Sector de dedicación
Agricultura: 8.9%
Administración/servicios: 27.4%
Industria: 9.6%
Pasivo (sus labores, estudiante, parado, etc): 54.1%
Nivel de estudios
Elementales: 15.8%
Medios: 32.2%
Superiores: 52.1%

3. RESULTADO Y DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos del análisis de la encuesta reflejan que el 91,8% de los encuestados afirmaba conocer los productos transgénicos y el 8,2% no había oído hablar de ellos. Un alto porcentaje de consumidores asocian en primer lugar la palabra transgénico con alimentos para consumo humano de origen vegetal (esta afirmación ha sido señalada por el 91,8% de los encuestados). En segundo lugar la asocian con productos para alimentación animal (señalada por el 27,4%) y con alimentos de consumo humano de origen animal (señalada por el 26,7%) (gráfico 4). Las opciones que asocian la palabra transgénico con productos no alimentarios fueron las menos señaladas.
Gráfico 4. Porcentaje de respuestas de los principales productos asociados a la palabra transgénico, según los consumidores encuestados.

Para evaluar la opinión que tiene el consumidor sobre los productos transgénicos se les pidió que valorasen en una escala de Likert de 7 niveles (1: muy en desacuerdo a 7: muy de acuerdo) diferentes afirmaciones acerca de estos productos. La opinión más valorada fue “los alimentos transgénicos de origen vegetal son más resistentes a las plagas y a las enfermedades” (5,35), seguida de “los alimentos transgénicos se conservan durante más tiempo”, (4,72). Con una puntuación superior a 4 también se encontraba “los alimentos de origen vegetal se cultivan con menos tratamientos químicos” (4,61). El resto de opiniones fueron valoradas con puntuaciones inferiores a 4 (gráfico 5). Es de destacar que los encuestados se muestran más de acuerdo con las opiniones positivas sobre los alimentos transgénicos, a excepción de la opinión “los alimentos transgénicos aportan más elementos nutritivos”. Por el contrario, y de forma general, se muestran en desacuerdo con las desventajas sobre este tipo de alimentos. Ello nos lleva a afirmar que, a priori, y pese a lo que pudiera parecer, hay una cierta predisposición positiva.

Una vez realizadas las preguntas introductorias, que permiten que el encuestado se familiarice con los productos transgénicos, se les preguntó si habían consumido o no alimentos transgénicos. Un 20% de los consumidores afirmó que habían consumido alimentos transgénicos y un 35% que no los había consumido. Es importante señalar que un alto porcentaje de los encuestados afirmaron desconocer si los había probado o no (45%), lo que demuestra el gran nivel de desinformación que sobre estos productos existe en el mercado.
Gráfico 5. Puntuación media de las distintas afirmaciones relativas a los productos transgénicos, en opinión de los consumidores encuestados.
A continuación, a los encuestados que afirmaban haber consumido alimentos transgénicos, se les propuso un listado de productos para que señalasen si habían probado alguno de ellos. Se trataba de una pregunta semicerrada con posibilidad de introducir alguna opción de respuesta. De todas las opciones, el producto más señalado fue el maíz (con un porcentaje del 52,1%), seguido de la soja (35,2%) y el tomate (26,8%). En menor proporción fueron señalados el arroz, la patata y productos elaborados de bollería (gráfico 6).
Gráfico 6. Distribución en porcentaje de alimentos transgénicos consumidos por los encuestados.
Posteriormente se preguntó a todos los encuestados si consumirían o seguirían consumiendo alimentos transgénicos. Un alto porcentaje de encuestados, el 65,8%, respondieron que sí consumirían alimentos transgénicos, frente a un 20,5% que afirma que no los consumiría y un 13,7% que no lo sabe. Estas cifras parecen confirmar que existe un amplio sector de consumidores potenciales para estos productos.

En lo que respecta a las motivaciones de consumo de estos productos, las razones para consumir este tipo de productos se midieron en una escala de Likert de 7 niveles (1: muy en desacuerdo a 7: muy de acuerdo). Esta valoración permite afirmar que el principal motivo de consumo es que se conservan más tiempo (4,8). El segundo motivo de consumo señalado por los encuestados ha sido que aportan más elementos nutritivos (vitaminas, etc.) (4,4). Otro motivo de consumo señalado por los encuestados ha sido que estos productos tienen menos tratamientos químicos (4,1). Los motivos de consumo que obtuvieron menor puntuación fueron que tienen mejor sabor (3,5) y que son más baratos (3,3). Hay que destacar que las razones de consumo que obtuvieron una puntuación más elevada corresponden a mejoras demandadas por los consumidores en los productos vegetales convencionales, los que confirma que el consumidor relaciona principalmente los productos transgénicos con productos vegetales (gráfico 7).
Gráfico 7. Puntuaciones medias en una escala de 1 a 7 de las principales razones de consumo de alimentos transgénicos para los consumidores encuestados.
En cuanto a los motivos de no consumo, estos también se han medido en la misma escala de Likert. Según las respuestas obtenidas, la principal razón por la que no consumirían alimentos transgénicos es que no están suficientemente informados (5,8). La segunda razón más señalada fue que los alimentos transgénicos no son naturales (5,3). Los siguientes motivos más alegados para no consumir este tipo de alimentos fueron que en mi casa no se compran (5,0) y que se trata de alimentos más caros (4,9). El nivel de acuerdo medio con el resto de razones de no consumo es el que se muestra en el gráfico 8. Es importante señalar que todas las posibles razones que se ofrecieron al encuestado para que justificasen su motivo de no consumo fueron puntuadas por encima de la media (3,5).
Gráfica 8. Puntuaciones medias de las principales razones de no consumo de alimentos transgénicos para los consumidores encuestados.
Por último, y para completar este estudio exploratorio, se ha realizado una segmentación de los consumidores en función de su disposición a consumir o no alimentos transgénicos. Posteriormente se ha procedido a determinar el perfil de estos segmentos, analizando variables descriptivas y comportamentales. Respecto a las primeras sólo se han encontrado diferencias significativas en el nivel de conocimiento sobre el producto y la dedicación laboral (no se han encontrado diferencias significativas con respecto al sexo, la edad, la renta, el nivel de estudios y el tipo de hábitat). En relación a las variables comportamentales las diferencias entre segmentos han resultado estadísticamente significativas en la opinión sobre los alimentos transgénicos, las razones de no consumo, las actitudes generales de compra y los estilos de vida (tabla 3).

El primer segmento, formado por los consumidores que no consumirían alimentos transgénicos, está compuesto por un 20,5% de la muestra. Si analizamos este segmento mediante variables descriptivas se observa que el 76,7% del segmento ha oído hablar de los productos transgénicos, porcentaje muy inferior en comparación con la distribución en la población total. Por otro lado, en relación a la dedicación laboral vemos que el sector servicios e industrias superan con creces los porcentajes de la población total.

En función de las variables comportamentales, estos consumidores valoran de forma negativa el conjunto de opiniones favorables sobre los alimentos transgénicos. Por el contrario, las opiniones desfavorables están valoradas positivamente, lo que podría llevarnos a pensar que la “imagen” que poseen sobre los alimentos transgénicos no es muy positiva. Este segmento señala como razones más influyentes para no consumir este tipo de alimentos que se trata de alimentos no saludables y no naturales. Sin embargo, no incluyen la disponibilidad como motivo suficiente para no consumirlos. Ente las actitudes generales de compra, estos consumidores se caracterizan por ser los más tradicionales y los que más importancia conceden al precio. Por último, en cuanto a los estilos de vida, se trata de un segmento con elevada concienciación social.

El segundo segmento (65,8% de la muestra) está formado por los encuestados que sí consumirían alimentos transgénicos. En este segmento un 95,8%, ha oído hablar de los productos transgénicos, porcentaje ligeramente superior al de la población total. Las diferencias en la distribución por dedicación laboral son similares a las de la población total, destacando únicamente el sector de la agricultura que en este segmento resulta ligeramente superior. Es importante destacar que el estudio, que como ya hemos mencionado se realizó entre estudiantes y personas cercanas a ellos, puede estar influido por el hecho de que se trataba de estudiantes de Ingeniero Agrónomo cuyos conocimientos sobre agronomía son superiores a los de la población en general. Esto puede estar relacionado con el alto porcentaje de encuestados que se han mostrado dispuestos a consumirlos.

En función de las variables comportamentales, este segundo segmento valora de forma positiva las opiniones favorables de estos alimentos, y de forma negativa las opiniones desfavorables. Su principal motivo de no consumo es el problema de la disponibilidad, por lo que podríamos deducir que no los consumen por motivos ajenos a ellos. No es motivo de rechazo el que sean alimentos no saludables o no naturales. En cuanto a los estilos de vida, estos consumidores se caracterizan fundamentalmente por realizar comidas y viajes de trabajo.

Por último el tercer segmento corresponde a los consumidores que no saben si consumirían alimentos transgénicos, estando formado por el 13,7% de la muestra. A pesar de que están indecisos a consumir este tipo de productos, el 95% los conoce o ha oído hablar de ellos. Destaca en este segmento el grupo de encuestados pasivos en un porcentaje muy superior al de la población total.

En cuanto a las variables comportamentales, estos consumidores no justifican su indecisión hacia el consumo de alimentos transgénicos por el hecho de que no estén disponibles o no sean naturales. La única razón con la que se muestran más de acuerdo es el hecho de que no sean saludables. En sus actitudes generales de compra son los consumidores menos tradicionales y los que más tienen en cuenta el precio. Finalmente, en sus estilos de vida son consumidores que no realizan comidas y viajes de trabajo y tienen poca concienciación social.
Tabla 3. Segmentos de los encuestados según si consumirían o no alimentos transgénicos. Caracterización en función de variables descriptivas.
4. CONCLUSIONES
La situación actual de los cultivos transgénicos se caracteriza por un progresivo aumento en el número de países que adoptan estas variedades y por un aumento de la superficie cultivada. Las ventajas agronómicas, económicas y medioambientales están favoreciendo este crecimiento. Todo ello aumenta la buena disposición de los agricultores ante estos cultivos. Sin embargo, el consumidor se muestra reacio ante la introducción de las nuevas tecnologías que posibilitan la aparición de los productos transgénicos, sobre todo en materia de alimentación. La seguridad alimentaria que reclaman los consumidores se puede ver favorecida con las últimas obligaciones sobre el etiquetado y la trazabilidad de estos productos, aparecidas en los reglamentos citados en la introducción. Esta realidad provoca la necesidad de analizar la posible respuesta de la población ante la entrada en el mercado de estos nuevos productos.

El estudio exploratorio que se ha realizado nos ha permitido analizar el conocimiento que de estos nuevos productos tiene parte de la población. Los resultados indican que la población ha oído hablar de los productos transgénicos asociándolos principalmente a productos de origen vegetal. Estos encuestados muestran, a priori, una buena predisposición ante estos productos, ya que valoran positivamente los aspectos favorables de los mismos.

Muestra de la desinformación que existe sobre el tema es el gran porcentaje de encuestados que desconoce si han probado o no los alimentos transgénicos. A pesar de ello podemos afirmar que hay un gran número de individuos dispuestos a consumirlos y por tanto nos enfrentamos a una potencial población consumidora de estos alimentos. Del análisis de las razones de consumo, es importante señalar que lo que se busca en estos productos son características deseables también en el consumo de vegetales convencionales (mayor duración en perfectas condiciones y que sean producidos con el menor nivel de tratamientos químicos posible). Por el contrario, la principal razón por la que no se consumen es que no se dispone de información suficiente.

En este estudio se ha realizado una segmentación de los consumidores en función de su disposición ante el consumo de los alimentos transgénicos (los que sí consumirían, los que no consumirían y los que no saben si consumirían). Para la caracterización de los segmentos obtenidos se han utilizados variables descriptivas y funcionales, ya que las primeras no han sido especialmente importantes para diferenciar los segmentos. El objetivo último de esta segmentación ha sido proponer estrategias de marketing específicas para que, en caso de demostrarse científicamente las ventajas mencionadas sobre los alimentos transgénicos, se mejore la eficacia de su comercialización en el mercado.

Los individuos del primer segmento se caracterizan por asumir las opiniones desfavorables sobre los alimentos transgénicos, están preocupados por el medioambiente y el efecto que puedan tener sobre él. Curiosamente, y aunque en sus estilos de vida no muestran estar preocupados por su salud, sí les preocupa el efecto que pueda tener la biotecnología sobre ella. Además, consumir productos tradicionales sin importarles el precio. También se ha observado que hay una proporción de desconocimiento mayor que en la población. Las estrategias ante este grupo, podrían ir encaminadas a incrementar la información sobre la biotecnología y los alimentos transgénicos, destacando los efectos que la producción de éstos puede tener sobre el medioambiente, ya que es un importante motivo de preocupación.

En el segundo segmento encuadramos a individuos que aceptan o valoran positivamente la introducción de los alimentos transgénicos y por tanto están dispuestos a consumirlos. Su nivel de conocimiento sobre ellos es superior al de la población total y por tanto, las estrategias a seguir serían las de mantener informados a los consumidores sobre las nuevas normativas que afectan a la producción de estos alimentos (etiquetado, nuevas productos, evolución de superficies cultivadas, mejoras introducidas en los productos, etc).

Por último el tercer segmento se caracteriza por ser individuos indecisos ante el consumo de alimentos transgénicos. En este segmento es importante destacar que les preocupa que estos nuevos alimentos no sean saludables. A pesar de que este segmento ha oído hablar de los alimentos transgénicos (porcentaje de conocimiento superior al de la población), se debería aumentar la información que tienen para reducir el número de individuos indecisos. En esta información deberíamos hacer especial hincapié en los efectos de estos nuevos alimentos en la salud puesto que es lo que más les preocupa.

Finalmente podemos afirmar que la falta de información sobre estos productos es evidente y que los esfuerzos deben ir encaminados a establecer buenas líneas de comunicación que informen a la población de la realidad de estos alimentos.
5. BIBLIOGRAFÍA
Arribas, L. (1999). Sobre los transgénicos. Phytoma 112 (dossier especial): 9.
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Kinnear, T.C.; Taylor, J.R. (1998).
Investigación de mercados. Un enfoque aplicado. Ed. Mc Graw Hill.
Lamo de Espinosa, J. (2003). El estado de la cuestión. En: La Biotecnología vegetal en el futuro de la agricultura y la alimentación . Ed. Mundi Prensa. Madrid.
Moraleda, F. (2003). Los organismos modificados genéticamente en la agricultura. En: La Biotecnología vegetal en el futuro de la agricultura y la alimentación . Ed. Mundi Prensa. Madrid.
Muñoz, E. (2004). Opinión Pública y Biotecnología: un “puzzle” con muchas y variadas piezas. Sistema marzo nº 179-180: 3-13.
6. ANEXOS
- Matriz de componentes rotados del análisis factorial de las opiniones sobre los alimentos transgénicos
Items de la encuesta
F1 Favorables
F2 Desfavorables
Se conservan durante más tiempo
0.790
0.203
De origen vegetal, son más resistentes a las plagas y las enfermedades
0.773
0.023
De origen vegetal se cultiva con menos tratamientos químicos
0.537
-0.296
Aportan más elementos nutritivos
0.387
-0.196
Producen alergias
-0.015
0.779
Tienen menos sabor, color y aroma que los no transgénicos
0.054
0.638
Son perjudiciales para la salud
-0.242
0.563
Varianza explicada(%)
25.9
20.1
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
KMO: 0,58
- Matriz de componentes rotados del análisis factorial de los motivos de no consumo
Items de la encuesta
F1
Disponibilidad
F2
No saludables
F3
No naturales
F4
Precio-información
No los encuentro en el lugar de compra
0,791
-0,103
0,048
0,080
En mi casa no se compran
0,721
0,077
0,231
-0,045
No tengo ninguna razón especial
0,676
0,147
-0,336
0,002
Me han dicho que no son buenos
0,055
0,864
0,031
0,195
Son nocivos para la salud
-0,006
0,795
0,338
-0,117
Están contaminados
0,083
0,122
0,791
-0,146
No son naturales
-0,012
0,234
0,708
0,298
No estoy suficientemente informado
-0,091
0,136
-0,077
0,876
Son más caros
0,477
-0,129
0,302
0,631
Varianza explicada (%)
24,7
19,5
13,4
11,5
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
KMO: 0,59
- Matriz de componentes rotados del análisis factorial de las actitudes generales de compra
Items de la encuesta
F1
Garantía/
Origen
F2
Dedicación
a compra
F3
Tradicional
F4
No precio
F5
Aspectos
externos
La garantía sobre el producto es importante para mí
0,773
0,152
0,173
0,006
0,187
Procuro consumir productos nacionales
0,709
0,094
0,233
0,034
-0,040
Dedico mucho tiempo a realizar la compra
0,127
0,782
0,120
-0,042
-0,005
Leo siempre las etiquetas de los productos
0,285
0,680
-0,052
-0,191
0,127
Procuro consumir productos con envases reciclables
-0,151
0,576
0,348
0,483
0,241
Prefiero consumir productos artesanales
0,078
0,141
0,722
-0,004
0,009
Prefiero acudir a establecimientos especializados
0,230
0,017
0,667
0,012
-0,005
Comparo los precios de los productos
0,071
0,264
-0,079
-0,848
0,034
No me importa el precio si el producto es bueno
0,466
0,160
-0,260
0,616
-0,050
Me fijo en que el envase tenga un diseño atractivo
0,036
0,149
-0,102
0,016
0,783
En alimentación, un alto precio implica elevada calidad
-0,023
-0,164
0,407
-0,003
0,597
Concedo mucha importancia a la marca de los productos
0,420
0,202
-0,061
-0,074
0,515
Varianza explicada (%)
22,1
11,9
10,6
9,3
8,6
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
KMO: 0,59
- Matriz de componentes rotados del análisis factorial de los estilos de vida

F1 Salud
F2 Cultural
F3 Laboral
F4
Concienciación social
Me preocupo por mi salud
0,853
0,259
-0,080
0,037
Me preocupo por mi alimentación
0,825
0,142
0,044
0,225
En mi alimentación, la fruta y la verdura son muy importantes
0,612
0,118
0,002
0,481
Hago deporte regularmente
0,539
-0,063
0,051
-0,291
Estoy interesada en los avances científicos
0,237
0,746
0,115
-0,128
Me preocupa el deterioro medioambiental
0,498
0,651
-0,074
0,006
Leo la prensa diariamente
-0,392
0,638
-0,075
0,222
Tengo con frecuencia reuniones con amigos
0,226
0,517
0,356
-0,275
Tengo con frecuencia comidas de trabajo
-0,120
0,030
0,893
0,038
Por mi trabajo, viajo con frecuencia
0,083
0,053
0,855
0,114
En la actualidad, colaboro activamente con una ONG
0,081
0,053
0,121
0,697
Pertenezco a una asociación preocupada por la naturaleza
-0,007
-0,161
0,004
0,687
Varianza explicada (%)
25,8
14,6
13,0
9,8
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
KMO: 0,66

ESTADISTICA


VARIABLENIVELES
SexoHombres: 50.7% Mujeres: 49.3%
Edad16-25 años: 49.7%
26-34 años: 30.8%
35-49 años: 8.2%
50-64 años: 11.6%
>64 años: 1.4%
Tipo de hábitatRural: 32.2%
Urbano: 67.8%
Renta familiarBaja: 2.9%
Media-baja: 10.7%
Media: 60.0%
Media-alta: 23.6%
Alta: 2.9%
Sector de dedicaciónAgricultura: 8.9%
Administración/servicios: 27.4%
Industria: 9.6%
Pasivo (sus labores, estudiante, parado, etc): 54.1%
Nivel de estudiosElementales: 15.8%
Medios: 32.2%
Superiores: 52.1%



 ATRIBUTOSFIFAMODA
 PRODUCTO SEMBRADOMILLONES DE HECTAREAS  
1ALGODÓN7.27.2S
2COLZA3.610.8O
3MAIZ15.526.3Y
4SOYA41.467.7A
  67.7  




 ATRIBUTOSFIFAMODA
 AÑOSMILLON DE HECTAREAS  
119961.71.72
219971112.70
3199827.840.50
4199939.980.43
5200044.2124.6 
6200152.6177.2 
7200258.7235.9 
8200367.7303.6 
  303.6  

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